El gobierno de Ecuador enfrenta una grave crisis energética que ha causado cortes de luz de hasta 14 horas. En respuesta a esta emergencia, se había anunciado la compra o alquiler de más de 1.000 megavatios (MW) de potencia. Sin embargo, hasta el 16 de diciembre, solo 100 MW están operativos, provenientes de la barcaza turca de Karpowership. Las centrales térmicas de Quevedo y Salitral, que debían añadir 150 MW, aún no están en funcionamiento, lo que ha generado una serie de complicaciones relacionadas con los contratos firmados con la empresa estadounidense Progen Industries LLC.

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Retrasos en la operación de las centrales

La planta de Quevedo debía comenzar a operar con 50 MW desde el 5 de noviembre, mientras que la de Salitral, con 100 MW, debía entrar en funcionamiento el 30 de noviembre. Sin embargo, ninguna de las dos centrales está operativa. Según el contrato, las dos plantas deberían haber estado funcionando hace más de un mes en el caso de Quevedo, y 16 días en el caso de Salitral.

Causas de los retrasos y problemas en los contratos

Uno de los principales problemas radica en la llegada de los equipos esenciales para la operación de las plantas. A pesar de que Progen ha indicado que seis turbinas adicionales y otros equipos, como tableros de control y transformadores, están en camino a Ecuador, aún no se han recibido todos los componentes necesarios para iniciar la operación. La empresa ha explicado que eventos de fuerza mayor, como el huracán Milton, han afectado los plazos de entrega.

Sin embargo, la Ministra de Energía encargada, Ximena Manzano, señaló que Progen incurrió en incumplimiento y que se les aplicarán multas por los retrasos. Además, la ministra mencionó que la empresa ha tenido problemas con la procedencia de los equipos. En el caso de Salitral, algunos componentes fueron fabricados en China, pero la empresa aseguró que fueron fabricados en Estados Unidos, lo que genera dudas sobre su origen. En el caso de Quevedo, la ministra afirmó que no se ha recibido nada de la empresa hasta el momento.

Conflictos de inspección y pago anticipado

Otro conflicto surgió en torno a la inspección de los equipos. El SRI había solicitado durante dos meses realizar la verificación de los componentes, pero según la ministra, Progen no respondió a estas solicitudes. Sin embargo, Progen desmintió esta acusación, señalando que la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), encargada de la verificación, nunca envió un inspector a sus instalaciones en Florida hasta que finalmente se programó una visita para el 12 de diciembre, que se pospuso al 18 de diciembre debido a problemas de salud del inspector.

Por otro lado, el gobierno ecuatoriano ya ha realizado un pago anticipado de casi 70 millones de dólares de los 100 millones de dólares que cuesta el contrato de Salitral, es decir, aproximadamente el 70% del valor total. Esto ha generado inquietudes sobre el manejo de los pagos en relación con el avance real de los trabajos.

Posibles sanciones y repercusiones legales

Ante estos retrasos y complicaciones, el abogado experto en contratación pública, Luis Alberto Andrade, sugirió que el gobierno podría aplicar multas o, en casos extremos, terminar unilateralmente el contrato con las respectivas sanciones. Andrade destacó que el Estado no puede aceptar bienes que no cumplan con las especificaciones del contrato y cuestionó la justificación de los retrasos, salvo en casos de fuerza mayor.

Por su parte, Progen advirtió que una posible terminación unilateral del contrato podría generar implicaciones legales y financieras graves para Ecuador, además de provocar más retrasos en el proceso de recuperación energética del país.

Este panorama resalta la complejidad de los acuerdos entre el gobierno ecuatoriano y las empresas contratistas, y la urgencia con la que se deben resolver los problemas para mitigar la crisis energética que afecta a millones de ciudadanos.

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