“Hermano querido, ya no te veré más, te me vas para siempre Geovanny de mi vida”, expresaba Yessenia Morán, mientras lloraba y sujetaba fuertemente una de las barandas del puente  de acceso a Isla Mocolí, de Samborondon. En una de las urbanizaciones de esta zona residencial,  Darling Geovanny Morán Alvarado y su amigo Steven Moreno Salazar, fallecieron asfixiados dentro de una cisterna, la tarde del 7 de febrero..

Morán de 47 años y Moreno de 22, realizaban la limpieza del depósito de agua de 20 metros de profundidad, perteneciente a una de las viviendas. Pocos minutos después de haber empezado, los dos hombres comenzaron a pedir auxilio, pues les faltaba el aire. Sus compañeros, al escuchar los desesperados gritos, los sacaron rápidamente del foso, pero murieron minutos después, cuando eran llevados en una furgoneta hacia una casa de salud.

Agentes de la Dirección de Muertes violentas y Desaparecidos (Dinased), de la Policía Nacional, arribaron hasta el puente de la isla Mocoli para realizar el levantamiento de los cadáveres, que se encontraban dentro del automotor. Un verdadero cuadro de dolor se vivió en el lugar de los hechos, cuando los familiares de las víctimas, arribaron desde el recinto Los Quemados de Daule y reconocieron a sus seres queridos.

Hasta la mañana de este 8 de febrero, los cuerpos de los infortunados trabajadores permanecían en el laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil. Sus allegados agilitaban los trámites, para que se les realice la necropsia que confirmara las causas reales de su fallecimiento, aunque las autoridades presumen que fue por asfixia.

El fiscal Reynaldo Cevallos, junto a la Policía, realiza varias pericias para esclarecer este hecho que deja muchas interrogantes. El servidor judicial ordenó, por el momento, la retención de la furgoneta donde colocaron a los hombres luego de sacarlos de la siniestra cisterna.

Eran hombres de trabajo y de hogar

Desde hace cuatro meses Morán venía laborando en obras de construcción en la ciudadela donde ocurrió la tragedia y residía junto a su conviviente Yolanda Huayamave y su hijo menor, en el sector Julio Rivas, del recinto Los Quemados. Mientras que su compañero de infortunio deja un hijo menor en la orfandad.

Un allegado a Morán manifestó a EXTRA que este y su amigo habían salido de casa a las 06:00 del lunes, a una nueva jornada de trabajo en Samborondón. De ellos se volvió a saber en la tarde, cuando al pueblo rural llegó la noticia de sus muertes. Y hoy toda la gente de esta comuna los llora y espera darles el ultimo adiós.