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Se han realizado algunos rastreos por la zona, pero no han habido resultados.Cortesía

Ni un solo rastro de la familia desaparecida en el Auqui

La hermana de Janeth Germán está devastada por su ausencia. La vieron por última vez con su pareja y su hijo en el cerro Auqui, al suroriente de Quito.

Por Ariana Estefanía Almeida Martínez

15 de agosto, 2022

La esperanza de que Janeth Germán regrese a casa no se desvanece. Jéssica, su única hermana de padre y madre, reza para que la mujer, de 35 años, esté viva y pueda reunirse con su hija adolescente.

Han pasado tres semanas desde que una llamada le cambió la vida, el pasado 23 de julio. Una media hermana le marcó para preguntarle sobre el paradero de Germán. Lo desconocía en ese momento y también ahora. Pero hoy la angustia ya no le da tregua.

Ese sábado, Janeth Germán fue vista por última vez en el cerro Auqui, en el Valle de los Chillos, en el suroriente de Quito. Estaba con su pareja Milton Vásquez y el hijo de ambos, Erick, de 5 años.

Las indagaciones de la Fiscalía han arrojado varias hipótesis, pero Jéssica insiste en que le han pedido discreción. “Al principio me dijeron que sea fuerte y que me preparara para lo peor... Ahora, que mientras no encuentren los cuerpos, hay esperanza”, detalla.

Un tema que incrementa la desesperación de la mujer es que vive en Santo Domingo de los Tsáchilas y no le es posible estar presente en todos los rastreos y diligencias que se han hecho para hallar a su ñaña. “En cuanto nos avisan algo, nosotros agarramos bus para viajar a Quito, pero la distancia es un problema”, resalta.

Explicarle a su padre y a la hija, de 14 años, de Janeth sobre su ausencia tampoco fue fácil, pero como los días pasaban y no había noticias, no le quedó de otra. “Están devastados”, menciona.

Janeth Germán fue vista por última vez junto a Milton Vásquez y el hijo de ambos, Erick.Cortesía

Las dudas

Una incógnita que Jéssica no ha logrado despejar es el tipo de relación que Germán tenía con Vásquez. Cuenta que hace unos 3 o 4 años, él aparentemente la maltrataba.

Sin embargo, las últimas ocasiones en las que ambas hablaron sobre el tema, su ñaña le comentó que su esposo “había cambiado mucho” y que ya no tenían roces.

Esas dudas se reactivan cuando las búsquedas no tienen resultados. “Sí hay la posibilidad de que él le haya hecho algo”.

El pasado 10 de agosto, la Fiscalía realizó un recorrido por ese cerro. En ese protocolo también participaron miembros del Cuerpo de Bomberos Quito, Policía Nacional y Agentes de Control. No encontraron rastro de la familia. “Otra posibilidad es que estén en alguna provincia... Nosotros rezamos para que regresen con bien”.