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Quito
En la vía Pifo - Papallacta: ¡la curva de las tragedias!
Nueve muertos y 20 heridos fue el saldo de la pérdida de pista de un autobús que cubría la ruta Puerto El Carmen - Santo Domingo de los Tsáchilas. Moradores de la zona viven rezando por la peligrosidad de la vía.
La madrugada del 25 de julio se ensangrentó con un nuevo siniestro de tránsito en la llamada curva de la muerte, ubicada en el kilómetro 8 de la vía Papallacta - Pifo, sector Paluguillo, al nororiente de Quito.
Las autoridades han contabilizado nueve muertos y 20 personas heridas, luego de que un bus de la Cooperativa Putumayo perdiera pista y se volcara en la orilla de la carretera.
Aproximadamente a las 05:00, los vecinos escucharon el rechinar de las llantas derrapando sobre el pavimento. Enseguida inundó en sus casas un olor a caucho quemado. “Aún ni nos levantábamos y supimos que algo malo había pasado”, dijo Rosa Guambi, residente de Paluguillo.
En el asfalto se podían ver las huellas del bus interprovincial que cubría la ruta Puerto El Carmen - Santo Domingo de los Tsáchilas.
“Quizá el chofer intentó frenar y no lo logró”, especulaban los moradores mientras los agentes del Servicio de Investigaciones de Accidentes de Tránsito (SIAT) recogían las evidencias del sitio.
Un dron sobrevolaba el lugar para recabar información de la desgracia. Esa zona se ha caracterizado por ser peligrosa para los viajeros.
EL ÚLTIMO VIAJE
Una mujer deambulaba cerca de los restos del automotor. Lloraba y pedía un teléfono celular para llamar. La falta de señal telefónica la hacía caer en desesperación.
“¿Por qué te fuiste, Jorge?” susurraba, mientras cojeaba por el dolor. Ella había hecho un viaje de paseo con su pareja, Jorge Aguilar Castillo, de 60 años. Su cuerpo permaneció durante varias horas en la ambulancia de la Unidad de Medicina Legal. No sobrevivió.
La mujer fue atendida por miembros del Cuerpo de Bomberos de Quito. Tenía raspones en los brazos y en los pies. “Me dijeron que estoy bien, pero no me han dejado ver a mi marido”, decía entre lágrimas.
Contó que estaba despierta y que el automotor iba a gran velocidad, cuando de repente escuchó los golpes que se daba al momento de volcarse. Cuando regresó a ver al asiento de su compañero, él ya no respondía. “Intento llamar a alguien de la familia porque estoy sola, no tengo a nadie en Quito”, repetía.
Los vecinos le dieron un poco de agua para calmarla, pero ella solo quería escuchar que “se equivocaron, que su pareja estaba entre los heridos y no entre los fallecidos”. Los uniformados le confirmaron que el cuerpo de Jorge sería trasladado a la morgue de la Policía Nacional, en el norte de Quito.
En principio se contabilizaron ocho muertos, pero en el transcurso de la mañana uno de los heridos, quien estaba en condición grave, también falleció. Se conoció que se trataría de un menor de edad.
CON EL 'JESÚS EN LA BOCA'
El coronel Carlos Semblantes, subdirector de Control de Tránsito de la Policía Nacional, confirmó que se trató una pérdida de pista con volcamiento. “Desde el 2014 tenemos cinco siniestros como estos, con vehículos de transporte de pasajeros”, afirmó.
En el bus de la Cooperativa Putumayo se trasladaban al menos 45 personas. El gendarme explicó que la causa más frecuente de los accidentes en la zona se debe a “la fatiga de frenos en los vehículos que se produce en la bajada pronunciada que se evidencia desde el sector de La Virgen”. Esto comprende desde el kilómetro ocho hasta el cinco. Los más peligrosos.
Los moradores de Paluguillo dijeron que viven “con el Jesús en la boca por la recurrencia de los accidentes de tránsito”.
“Hace dos años casi perdí mi negocio por otro volcamiento. En ese entonces el escenario era aterrador”, comentó Rosa Guambi.
Un bus que también perdió pista se llevó las fachadas de varias viviendas a pocos metros de este último accidente. En esta vez los vecinos salieron a ver en qué podían ayudar a los afectados.
Los ocupantes de la Putumayo pudieron tener incluso peor suerte, pues hace un par de meses se colocó una nueva valla metálica al filo de la carretera. Esta detuvo un poco al automotor que pudo haber caído a la quebrada.
Para Semblantes eso no es suficiente, pues cree que una vía tan sinuosa como esta debería tener separaciones más allá de la pintura en el asfalto. “Es necesario colocar una barrera de concreto o jerseys para que ayuden aún más a no invadir el carril contrario”, precisó.
El uniformado también afirmó que si otro automotor estaba unos metros cerca la tragedia sería aún mayor. “Uno se acuesta rezando para amanecer bien al siguiente día”, relató Rosa, quien intentaba, además, consolar a la pareja de Jorge Aguilar.
BÚSQUEDAS INFRUCTUOSAS
Al sitio también llegaron familias para constatar que sus allegados no estuvieran entre los fallecidos. Mónica Oña pedía a los uniformados que le dejaran ver los cuerpos que estaban en la ambulancia de Medicina Legal. Eso no era posible.
Ella buscaba a su nuera, Patricia Ruiz, quien viajaba desde Tarapoa, del cantón Cuyabeno, hacia la capital en una unidad de la Cooperativa Putumayo.
Lloraba con la idea de que su pariente hubiera fallecido al viajar a Quito por una cita médica. “No está en la lista de los heridos, pero tampoco me dicen si está en la otra lista”, agregó.
Estuvo desde las primeras horas de la mañana en el sitio del accidente sin respuestas. Luego de varias horas se acercó al equipo de EXTRA para confirmar que su nuera estaba bien y ya habían logrado comunicarse con ella.
Durante la tarde de ayer, los familiares de los fallecidos no llegaban a la morgue, ubicada en el norte de Quito, pues la mayoría estaría en Santo Domingo de los Tsáchilas o en Lago Agrio.
Algunos de los afectados leves esperaron junto al bus siniestrado por sus pertenencias. “Queremos rescatar nuestras maletas para continuar con el viaje a Santo Domingo”, dijo una muchacha que tenía el brazo izquierdo vendado.
Ella fue a pasar unos días de vacaciones en la Amazonía junto a su hermana. Ambas sobrevivieron al accidente e intentaban comunicarse también con sus familiares. “La mayoría dormía a esas horas, pero el bus iba demasiado rápido”, dijo una de ellas.
El conductor del vehículo también resultó herido. Fue rescatado por miembros del Cuerpo de Bomberos y ahora se encuentra con custodia policial, según Semblantes.
El mayor Diego Ricaurte, jefe del SIAT, comentó que se realizan las investigaciones de los factores: humano, vehículo y vía para determinar las responsabilidades de la tragedia. “Realizamos el levantamiento de los indicios para continuar con el trámite judicial”.