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Quito: Peor es nada, el puente fabricado por los vecinos
En la ciudadela El Ejército, sur de Quito, había un puente de cemento, pero se cayó con la crecida del río hace seis años. Por eso construyeron uno con madera reciclada.
Cruzar por la quebrada Shanshayacu, en la ciudadela El Ejército, sur de Quito, es una necesidad para centenas de vecinos, pues les ahorra al menos media hora de ‘vueltón’.
Y hace unos seis años sí había puente, según los moradores, pero el caudal del río se lo llevó luego de días de lluvias intensas. “Se quebró por la mitad, era de cemento”, contó Jorge Cano, un habitante.
Pero el ingenio de los quiteños no se hizo esperar, así que colocaron un tronco para cruzar. “También tuvimos problemas con ese ‘puente’ porque un ciclista se cayó al río”, agregó Cano.
Tampoco se quedaron quietos y hace un par de años hicieron una minga para unir tablas y cables y levantar el puente “Peor es nada”, lo bautizaron así para ver si así llamaban la atención del Cabildo.
“Hemos pedido ya varias veces (un puente), porque los buses nos dejan lejos”, comentó Marisol Ortiz luego de pasar casi en puntillas por las tablillas.
Aunque la intención del barrio fue mejorar la movilización de los habitantes, ellos saben que no es un cruce del todo seguro. “Hay que pasar de uno en uno. Sino, se corre el riesgo de caerse”, agrega Ortiz.
CONTAMINACIÓN
Al cruzar por allí es inevitable sentir el olor fétido de las aguas servidas de la hondonada. Algunos ya se han acostumbrado, aun cuando cada semana el río se tiñe de rojo.
“Sucede cuando matan los animales en el Camal Metropolitano. Y eso que antes se veían los pedazos de las vacas en el río”, comentó Luis Uyaguari, otro vecino.
Quienes residen cerca también lidian con los roedores que merodean la zona. Así como con los indigentes que han aprovechado la vegetación para vivir allí.
“Eso atrae inseguridad. También ha habido asaltos. Cruzar también es peligroso por los ladrones”, insistió Jorge Cano.
INTERVENCIÓN URGENTE
Luis Uyaguari, quien vive 40 años en el barrio, recuerda que hasta hace unos años la quebrada era más angosta y menos profunda. El talud se acerca cada vez más a las viviendas, aunque allí se construyó un parque lineal. “En una parte de la calle ya se puede ver el peligro de los deslizamientos”, señaló.
Un antiguo retén policial ya tiene grandes cuarteaduras por el aumento del talud.
La Empresa Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop) informó a EXTRA que en el sitio se está realizando un informe acerca del puente peatonal por parte del equipo de emergencias y de la gerencia de estudios. Hasta tanto, los vecinos se conforman con circular por el “peor es nada”.