“El puente se ha caído, mandaremos a componer...”, reza un popular dicho. Y es algo que los vecinos de Pomasqui, norte de Quito, esperan desde hace varios meses.

Sobre todo porque este sábado 1 de abril ya fue retirado. Este paso peatonal unía a esta parroquia con Santa Clara de El Común, Calderón y Ciudad Bicentenario. “Antes era un paso muy transitado porque iban a los colegios y a los trabajos”, comentó el morador Oswaldo Aizaga.

El puente, que tenía unos 50 años, no había recibido mantenimiento, por lo que se convirtió en un sitio peligroso. La semana pasada un vecino falleció aparentemente por intentar cruzar por ahí. El cuerpo fue hallado en la cuenca del río Monjas, a unos cuantos metros del paso peatonal.

“El retiro estaba programado, pero este suceso aceleró el proceso. Nosotros insistimos con la urgencia”, comentó Diego Alarcón, vicepresidente del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Pomasqui.

Los trabajos están a cargo de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) que, según Alarcón, ya tendría los estudios para continuar con la reposición de la estructura. “Es muy importante el puente porque ha unido por décadas a varios barrios. No se puede dejar así”, agregó.

El vueltón

Para pasar caminando de un sector a otro, los vecinos se demoraban máximo 20 minutos. Ahora son obligados a tomar bus para cruzar el río Monjas.

Es el caso de Luis Concha, quien reside en Santa Clara de El Común, pero tiene un terreno en Pomasqui, a unos 30 metros del puente. “Ahora me toca coger dos buses y no me alcanza”, aseveró.

Él debe cuidar de sus cultivos todos los días, por lo que necesita urgentemente un paso peatonal que le ahorre tiempo y dinero.

Otro caso similar es el de Luis Simbaña que tiene una casa en Pomasqui, pero vive en Ciudad Bicentenario. Debe también tomar dos buses para hacer alguna gestión. “En Pomasqui hay entidades financieras y colegios y necesitamos tener acceso”, dijo.

En emergencia

Según Alarcón, el GAD parroquial estuvo pidiendo, durante 7 años, el mantenimiento del puente, pero no fue sino hasta el 21 de marzo, luego de la caída de un talud, que el cabildo les ‘paró bola’.

Esto a pesar de que el 5 de octubre de 2021, el alcalde Santiago Guarderas declaró en emergencia a toda la cuenca del río Monjas debido a los deslizamientos de tierra en diferentes barrios.

“No le ponían atención, pero para nosotros este paso siempre fue importante. Por ahora sabemos que ya están abiertos los procesos de contratación”, explicó Alarcón.