La inauguración, a medias, del Metro de Quito será con bombos y platillos. El alcalde Santiago Guarderas ratificó que el 21 de diciembre inicia la apertura del tan esperado sistema de transporte, pero no como se pensó, sino que será en dos fases. Aparentemente, la operación comercial empezará el 5 de marzo.

En la primera, desde el evento de apertura hasta el 4 de enero del siguiente año, se contempla que habrá una inducción estática. Es decir, los trenes no se moverán.

En la segunda, que va del 5 de enero al  4 de marzo de 2023, los usuarios podrán hacer traslados guiados y gratuitos. El objetivo, según Guarderas, es conocer cómo hay que pagar el pasaje, las características del sistema y las prohibiciones.

Pero esto no ha caído en gracia a los usuarios, pues “el ofrecimiento de que el Metro funcionara era en diciembre”, dijo Manuel Zapata, un quiteño jubilado indignado por ese anuncio. Además, para personas que viven en el extremo sur de la ciudad, como él, los trenes no servirán. “Encima de que se demoran tiene casi la misma ruta del Trole”, agregó.

UN FARRÓN

La inauguración también será en partes, algo que para las personas es algo inaudito. “Eso es solo para las fotos, nos engañan con un evento y la obra, nada”, dijo Roberto Vanegas, un comerciante del norte de Quito.

Primero, será la bendición de los trenes por parte del arzobispo de Quito, en Quitumbe. Luego un tren se movilizará desde la estación Morán Valverde, en el sur, con el equipo del Aucas hasta San Francisco, en el centro, y otro desde El Labrador, norte, a San Francisco, posiblemente con Richard Carapaz.

OTRO TRÁMITE

Las etapas de socialización serán gratuitas, sin embargo, los ciudadanos deberán anotarse en la página web del servicio para obtener un turno con la fecha y hora de su ingreso, pues solo se abrirán tres estaciones.

Para el arranque de los trenes aún hay cosas pendientes, pues se espera que hasta el 17 de diciembre se aprueben los protocolos de seguridad.

También se espera que en el transcurso de un mes se contrate a 500 personas para puestos administrativos y operativos, entre ellos, los conductores.

Verónica Sevilla, representante del Metro de Medellín Transdev, que operará en Quito, explicó que “tienen el personal clave para capacitar a quienes serán contratados”.

Tanto el Cabildo quiteño como la operadora insisten en que se trata de un cronograma estricto el que cumplen y no de improvisaciones. Aunque para los quiteños ese mensaje no quede tan claro.