Con sus mejores galas llegaron los 228 ganadores del concurso público para ser los nuevos ayudantes de recolección de basura de Quito, o Soldados Azules, como se los denominan.

Después de cuatro meses de evaluaciones por fin recibieron sus nombramientos en la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo).

El proceso empezó el 13 de julio pasado y EXTRA relató las historias de varias personas a quienes no les importó el frío de la madrugada con tal de dejar sus hojas de vida para ser seleccionadas.

Entre ellos estuvo Pablo Chávez, quien a sus 49 años estaba devastado por no conseguir un empleo. “Hice fila afuera de la empresa a altas horas de la noche”, comentó.

Él trabajaba como mensajero, pero con la pandemia fue desvinculado. Además, tiene una discapacidad del 54 %, pues perdió parte de uno de sus brazos a los 12 años, luego de soportar una descarga eléctrica.

Consiguió un puesto con el que podrá costear la educación de sus dos hijos. “Por la edad ya no me daban trabajo”, mencionó.

Con todas las de ley

Los contratos laborales son fijos e indefinidos, algo que para todos resulta un alivio. Verónica Juiña laboró como barrendera durante algunos meses en Emaseo, pero de manera eventual.

“Cuando me dijeron que el contrato que se terminaba me puse a llorar. Es angustiante estar en el limbo”.

Esto le sucedió luego de trabajar durante el confinamiento por la COVID-19. Durante esos meses contrajo el virus y contagió hasta a su hijo de seis meses, en ese entonces.

“A pesar de que tenía experiencia me tomaron las mismas pruebas que a todos los demás, no hubo preferencias”, acotó.

El trabajo en la recolección de basura sostendrá sus estudios en ingeniería en contabilidad. “Ya voy por la mitad, pero es un alivio estar segura de que no se me acaba el trabajo”, comentó.

Muchos quedaron afuera

Santiago Guarderas, alcalde de Quito, dijo que no se esperaba “una demanda inusual de postulantes”, pues para 228 cupos se anotaron más de 18.000 personas.

El pasado 19 de septiembre hubo escenas dramáticas de personas que no pasaron las pruebas. Rogaban a los funcionarios que “vuelvan a revisar sus postulaciones” y denunciaban ‘palanqueo’.

Francisco Poveda, gerente de Emaseo, dijo en esa ocasión que el proceso fue transparente y que era “normal” que muchos quedaran fuera. En el evento también se enfatizó en que no hubo trampa.

Para estas personas queda algo de esperanza, pues quedarán en la base de datos quienes hayan alcanzado un puntaje de 75 sobre 100 para ser tomadas en cuenta en posteriores contrataciones.

El evento se desarrolló la mañana de este lunes 17 de octubre en el Teatro Sucre.