En los últimos días, los quiteños han soportado un intenso frío. Días nublados y lluvias constantes que incluso cambiaron las dinámicas cotidianas.

Fabián Sisalema, por ejemplo, ha vendido más tazas de café, chocolate y maicena, pues los transeúntes buscan calentarse de cualquier forma. “Al menos eso ha sido bueno, porque el frío es insoportable”, comentó el vendedor de 59 años.

No está solo. Su madre, de 83 años, trabaja con él. La abuelita ha tenido que vestir con medias, doble suéter y chalina. “Es que además me duelen los huesos”.

Vladimir Arreaga, director de Pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), comentó a EXTRA que durante el día la temperatura se mantuvo entre los 16 y 17 grados, pero que en las noches bajó a ocho. 

“Esto se debió a la gran cantidad de nubosidad que tuvimos. No había radiación solar”, explicó.

Es por eso que quiteños como Lizette Abril han recurrido a los calefactores eléctricos. Esta comunicadora social tuvo a su bebé hace una semana y el frío no ha ayudado mucho.

“Mi niña necesita tomar el sol, pero como no ha salido me tocó ponerla debajo de una lámpara led”, contó.

También para cuidar de su cesárea ha tenido que abrigarse “como abuelita”, bromea.

Este viernes 17 de marzo el sol apareció por unas horas, por lo que aprovechó para salir con la pequeña al patio y recibir algo de calor.

EN LA CALLE

Pero no todos cuentan con calefactores, cobijas o una cama para sortear el frío. Angeline Fernández pasa los días en el puente de El Recreo, al sur.

Junto con sus dos hijos, de 3 y 4 años, pide dinero para sobrevivir, pues llegó a la capital hace un mes y no ha podido conseguir trabajo. “Conseguí un cuarto y solo dormimos con una cobija en el piso”, explicó.

Su esposo la dejó para irse a Colombia a probar suerte. Mientras ella depende de la caridad de los transeúntes. Empezó a llover y tomó a sus niños para guarecerse debajo de una caseta. “Menos mal me regalaron una cobija para abrigarnos un poco. Nunca he vivido un frío tan intenso”, comentó.

MÁS FRÍO

Arreaga explicó, además, que hasta el 21 de marzo se seguirán experimentando temperaturas bajas en el callejón interandino, pero que en las mañanas ya saldrá el sol. “Eso se debe al ingreso de masas de aire más secas y habrá menos nubosidad”.

Eso sí, los quiteños tendrán que seguir prendiendo sus calefactores o poniendo más cobijas de tigre porque en las madrugadas la temperatura bajará por lo menos hasta los tres grados.

Las recomendaciones del experto son abrigarse en las primeras horas de la mañana y tener en cuenta los cambios bruscos de temperatura, pues más entrada la mañana el sol se hará presente. “Generalmente, estos cambios afectan a la salud, hay que ser cuidadosos”, enfatizó.