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Quito

Carlos Carrasco cumplía con sus labores en un semáforo cercano a la escena. Actuó apenas vio al muchacho subir a la estructura.René Fraga

Carlos Carrasco, el agente héroe

Un joven de 19 años estuvo a punto de lanzarse de una torre metálica. El agente subió y lo convenció de preservar su vida. Recibió aplausos de los presentes.

Carlos Carrasco aún tenía las manos manchadas de gris, pues se le quedó la pintura de la estructura que tuvo que trepar para salvarle la vida a un joven de 19 años.

El agente de tránsito logró que el chico desistiera de lanzarse de una torre de metal de un centro comercial en El Recreo, sur de Quito. Por eso le regalaron un par de flores.

Ocurrió la tarde del jueves y quienes estaban cerca del concurrido lugar solo atinaban a rogar que no se lanzara.

Carrasco cumplía sus labores en el semáforo que queda a pocos metros de la torre. Vio cómo el hombre subió por las barandas y le pareció raro.

“Se puso en el filo y yo también me subí”, contó a EXTRA.

Relató que le decía palabras de aliento y que pensara en su vida. “Mi vida no vale nada”, repetía el joven varias veces.

El agente le respondió que Dios tenía un propósito para él y que cualquier problema que tuviera era solucionable. Se acercaba poco a poco para no asustarlo.

No solo él, las personas que estaban en el sitio le rogaban al chico para que no se suicidara.

Janeth Fiallos contó también que estaba desesperada, pues lo vio desencajado, fuera de sí. “Yo estaba vendiendo unos chifles cuando pasó empujándome y se subió. Al principio, creímos que iba a limpiar algo”, explicó.

Varios minutos de gritos y angustia se vivieron. Janeth se abrazó con otra vendedora para no ver el posible desenlace trágico. “Yo quedé mal, tenía ganas de llorar. Fue desolador”, agregó.

Luego de bajarlo de la torre, el joven fue llevado a una casa de salud para su valoración.CORTESÍA

Para el agente también fue una escena dolorosa, cuando dio declaraciones para este Diario no pudo evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas.

“Es lo que debía hacer, por algo pasan las cosas. Dios me puso en este sitio por algo”, refirió.

También dijo que él pasaba por momentos difíciles de su vida, por lo que empatizó con el muchacho rápidamente.

Finalmente, el arrepentido hombre aceptó regresar a la acera, donde aparentemente lo esperaba su madre, pues testigos comentaron que llegó con una mujer que previamente le dijo “que no lo hiciera”.

ESTADÍSTICAS

El teniente Danilo Mendoza, del Cuerpo de Bomberos de Quito, explicó que los uniformados subieron a la torre para asegurar al joven con equipo de seguridad, por si hubiera algún altercado.

Lo bajaron y lo llevaron a una casa de salud para su evaluación.

Desde el ECU-911 informaron que desde enero de este año se han registrado en Quito 11 intentos de suicidio.

En este caso, “nosotros llegamos lo más pronto posible, aunque sí ha habido casos en los que nos ganan y cometen el suicidio”, aseveró.