La deslealtad y la falta de sentido de ubicación de ciertos criminales quedaron expuestas en los dos atentados con coches bomba registrados en Quito entre la noche del miércoles 30 y la madrugada del jueves 31 de agosto de 2023, en el centro norte de la ciudad.

De acuerdo con información a la que Diario EXTRA ha tenido acceso, un grupo de delincuentes delató a la última persona detenida, quien además quedó grabada cuando al parecer trataba de confirmar que el sitio del segundo atentado era el correcto, pues en el primero pudieron haber cometido un error.  Se ha conocido también que los delatores tenían en su vivienda un explosivo de alto poder.

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Querían dañar el SNAI

Según fuentes oficiales, uno de los objetivos principales de los delincuentes era afectar edificaciones del Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI), ente a cargo del sistema penitenciario, en represalia por los traslados de presos que se ejecutaron horas antes del primer ataque.

Sin embargo, en el primer acto violento, el coche bomba fue dejado en los exteriores del Ministerio de la Mujer, en las calles Robles y 9 de Octubre, en el centro norte capitalino. ¿Era también un blanco de los criminales? Kléber Carrión, especialista en seguridad, en una edición anterior calificó este hecho como una novatada, porque se pudo tratar de una confusión.

¿Cómo fallaron en la dirección? La respuesta podría estar en la aplicación de mapas de Google, porque al buscar SNAI, aparece que en esta ubicación aún opera la matriz de la entidad. No obstante, la institución se trasladó a inicios de este año a otro lugar del norte de la capital.

El primer hecho se registró aproximadamente a las 20:00, mientras que unas seis horas después se cometió el segundo atentado, el cual sí ‘reventó’ afuera de las oficinas del SNAI en la avenida 12 de Octubre y calle Wilson, a menos de un kilómetro y medio de la otra escena.

Pero antes de eso, los mafiosos se habrían cerciorado de que esta vez no se equivocaban. Esto se ha podido observar en grabaciones de cámaras de seguridad que captaron a algunos sospechosos mientras cometían el acto de terrorismo.

En un documento del expediente, al que EXTRA tuvo acceso, se indica que hay grabaciones que confirman que el vehículo del segundo atentado fue abandonado a la 01:21 del jueves y que no fue incendiado de inmediato, porque antes una mujer tomó una fotografía del automotor y se dirigió hacia un carro donde esperaban sus compinches.

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Nueve minutos después descendió nuevamente y se alejó, mientras un individuo esparcía combustible sobre el coche bomba, que estaba cargado con dos cilindros de gas. Y a los pocos segundos se suscitó la explosión.

Chillogallo

Los investigadores han determinado que la camioneta Chevrolet D-Max (empleada en el segundo atentado) y el automóvil Hyundai (utilizado en el primero) habrían sido preparados en Chillogallo, sur de Quito, porque estos fueron vistos en una casa del sector, según información que algunas fuentes proporcionaron a los agentes.

Fue así que los policías allanaron ese inmueble y encontraron a Jorge Panchano (quien habría conducido el vehículo del segundo atentado), Damián Quiroz y Joselyn Reyes. En el sitio además hallaron documentos y placas de vehículos con reportes de robo. También municiones, teléfonos, un “explosivo tipo emulsión, color rojo (taco de dinamita)”, entre otros indicios.

Le ‘echaron el muerto’

Estos tres detenidos habrían dicho a los agentes que su único trabajo fue entregar el vehículo y los explosivos a Andrea Cisneros, quien luego de esa declaración también fue aprehendida en su residencia. En los documentos del proceso se explica que ella habría sido la mujer que se tomó las fotografías antes de incinerar el segundo carro. En su dormitorio, los investigadores encontraron un arma de fuego.

Estos cuatro detenidos fueron procesados el viernes 1 de septiembre por terrorismo; mientras que la noche anterior, otros seis individuos, entre ellos un colombiano (ver infografía), fueron vinculados a otro proceso por el mismo delito. Ellos fueron atrapados la noche del jueves en el sector La Y, al norte de la urbe, en la avenida 10 de Agosto.

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En la audiencia de los primeros aprehendidos, su defensa informó que apelaría la prisión preventiva que fue ordenada en su contra. De concederse su pedido, los sospechosos podrían recuperar su libertad. 

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