Los restos de Leonardo Geovanny Herrera Rivas fueron retirados de la morgue de la capital por su hermano mayor, a las 08:00 del 26 de julio. Él los trasladó hasta el cantón de La Concordia, en la provincia de Santo de Domingo de los Tsáchilas para enterrarlos.

De allá era oriundo el conductor, de 45 años, quien falleció en un trágico accidente de tránsito en un tramo de la Ruta Viva, avenida que conecta los sectores periféricos de Tumbaco y Cumbayá, en el oriente de Quito. El hecho se registró a las 09:38 del jueves 25 de julio.

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Herrera conducía el camión naranja que al parecer sufrió un desperfecto mecánico en los frenos. Las personas que estaban cerca del lugar vieron cómo el chofer tocaba la bocina para advertir a los demás conductores que perdió el control del pesado automotor.

Chocó contra otro camión y fue arrastrando seis vehículos livianos y una motocicleta. Herrera murió de contado y hubo 10 personas heridas, quienes todavía se recuperan en casas de salud de la capital.

La pareja de la víctima contó a EXTRA que el último mensaje que recibió de él fue a las 08:17. Según ella, Herrera estaba contento porque iba a dejar un pedido a una empresa de alimentos. “Por temas de trabajo lo enviaban a varias ciudades del país”.

Después de esa hora no le entraron los mensajes y más tarde el propietario del camión le comentó que su pareja había fallecido en el siniestro de tránsito. Herrera deja a cuatro hijos en la orfandad, el 3 de agosto cumplía 46 años y sus amigos lo llamaban de cariño Kiko.

EXTRA recorrió los aproximadamente 13 kilómetros que cubre la Ruta Viva, desde la avenida Simón Bolívar hasta el redondel de ingreso a Puembo.

Durante algunos tramos de la vía se constató que falta señalética, existen huecos en el pavimento, la pintura que divide los carriles está deteriorada, por si fuera poco, los restos de cuatro postes de electricidad están en el parterre central. Las estructuras cayeron luego de que vehículos se impactaran contra las mismas. El último incidente de este tipo ocurrió la mañana del 26 de julio en el kilómetro 4, en el que un carro se fue de frente contra el poste.

En todo el trayecto, de ida y vuelta, solo hubo un agente de tránsito que estaba revisando su celular.

También caminaba por una de las veredas Carla Tusa una moradora del barrio Rumihuaico. Ella comentó que se enteró del trágico accidente por las noticias y pidió a las autoridades que instalen más señalética en la avenida y que haya más presencia de agentes viales.

Recordó que el año pasado, en la entrada de su barrio, un vehículo chocó contra un taxi y mató a la mujer que iba de pasajera. “Hay gente que no respeta las señales de tránsito”. Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), la Ruta Viva es la sexta avenida de la capital en la que se registran más accidentes de tránsito.

Rubén Arcos frenó su motocicleta cerca del puente San Pedro, lugar en el que ocurrió el fatal accidente. Todavía había restos de los vehículos que chocaron y parte de la baranda estaba destruida.

El joven contó que utiliza la Ruta Viva para dirigirse a su trabajo desde Quito a Pifo. De lunes a sábado circula a las 11:00 y, según él, se ha salvado de varios accidentes. “Los conductores de los camiones creen que esta avenida es una pista de carreras”.

El motorizado calcula que a la semana ocurren de 4 a 5 siniestros de tránsito.

El concejal Wilson Merino, miembro de la comisión de movilidad del Municipio capitalino, escribió en su cuenta de X (antes Twitter) que Quito es la ciudad con más muertes en las vías y que la mayoría se dan por exceso de velocidad.

La autoridad añadió que es momento de poner en el centro del debate la inseguridad vial, como la segunda causa de muerte en Ecuador. Además, se solidarizó con la familia de Herrera.

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