Alberto Muriel espera a terminar de comer un helado antes de ingresar a la parada de El Ejido de la Ecovía, en el centro-norte de Quito. Sin embargo, al ver que un sujeto encapuchado se le acerca, de inmediato entra al andén.

El químico farmacéutico utiliza el sistema de transporte municipal todos los días para dirigirse desde su casa al trabajo y viceversa. Comenta que lo hace porque es más económico que ir en un taxi y porque va más rápido que viajar en un vehículo particular.

Pero dos hechos que se registraron en las últimas semanas mantienen en alerta al pasajero. El primero ocurrió el 19 de junio, cuando un venezolano fue apuñalado dentro de una unidad que circulaba por la avenida 6 de Diciembre.

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El otro sucedió el 29 de junio, cuando un joven fue atrapado con 10 kilos de marihuana en la estación de El Playón de La Marín. “No sabemos si viajamos con criminales. No me siento seguro de ir en la Ecovía”, comenta el ciudadano.

Ante esta realidad, desde el Sistema de Transporte de Pasajeros aseguran que se están reforzando los operativos.

Mauricio Cerón, coordinador de seguridad, indica que el crimen ocurrido dentro de una unidad fue un hecho aislado, pero esto ayudó a que se reforzaran los dispositivos de seguridad. “En esa zona falta implementar un poco más de control y planificamos para hacerlo”.

RESULTADOS

Cerón señala que de las 104 paradas que tiene la Ecovía, los operativos se han concentrado en las siguientes: Quitumbe, Guamaní, Guajaló, Río Coca, Naciones Unidas, Santa Clara y Playón de La Marín. Allí, según el funcionario, operarían bandas delincuenciales que se dedican a robar las pertenencias de los usuarios.

Cerón añade que han buscado otra manera de atacar a estas estructuras para desarticularlas. Antes, cuando les atrapaban, los delincuentes salían libres ese mismo día por falta de pruebas. Sin embargo, ahora les hacen seguimiento por varias semanas con la ayuda de una unidad de inteligencia de la policía y con varios indicios logran ponerlos tras las rejas.

“Son bandas que migran de la Ecovía a otras rutas de transporte y luego vuelven a hacer de las suyas”. Desde enero hasta junio de 2023 han desarticulado 14 grupos delictivos (ver infografía)

Karen Paredes utiliza este tipo de transporte todos los días y, según ella, ha visto robos “a diestra y siniestra”. Hace dos semanas, mientras se dirigía a su trabajo vio cómo un grupo de jóvenes le robó el celular a un señor y “no tenían pinta de ladrones, parecían estudiantes”. Para la pasajera, lo ideal sería que existan policías que entren a las unidades durante las horas pico y recorran la ruta para que los usuarios se sientan protegidos.

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