‘María’ lloraba incansablemente sobre el puente vehicular de la avenida Pichincha, en La Marín, centro de Quito. Con sus brazos aferraba a su pequeña hija de un año, quien no comprendía lo que sucedía.

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Aquella mujer intentaba quitarse la vida junto a la de su niñita por todas las desgracias causadas, supuestamente, por su esposo y el hermano de este. El drama de esta joven sucedió la noche del 25 de mayo, cuando los miembros policiales del Distrito Manuela Sáenz hacían sus recorridos de control en este sector.

Eran las 22:25 del sábado. Los uniformados iban en sus motocicletas por el puente de La Marín y se percataron de María. Ella estaba parada al otro lado de la baranda metálica de ese viaducto, prácticamente a punto de lanzarse de una altura aproximada de cinco metros.

Al parecer, María no escuchaba razones y quería morirse con su hijita. Lloraba y no había consuelo que la detuviera, pero los policías hacían todo para evitar una tragedia.

“Se hizo una verbalización con la señora”, explicó Darwin Robles, comandante del Distrito Manuela Sáenz. Poco a poco la iban convenciendo, hasta que los agentes tuvieron que hacer un movimiento brusco para salvarle la vida.

Los uniformados sostuvieron fuertemente a María de los brazos y las piernas. La movieron al otro lado de la baranda y la sentaron en el puente para que se calmara.

Fue allí que les reveló momentos dolorosos. María les confesó que su marido y otro pariente consumían drogas, a decir del mayor Robles, y que la agredían física, psicológica y sexualmente, sin importarles la presencia de la menor.

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Eso alarmó a los uniformados y le pidieron que los llevara hasta el domicilio. La mujer accedió y los acompañó a un domicilio cercano.

Los policías entraron y encontraron al esposo de María y a su cuñado en total estado de embriaguez. Cuando revisaron el inmueble, corroboraron lo que la denunciante les había dicho: en una mochila encontraron 62 fundas pequeñas con marihuana y otras ocho con clorhidrato de cocaína.

Ambos fueron detenidos y los agentes guiaron a la mujer para que pusiera la denuncia en contra de los dos sujetos, por los delitos que habrían cometido. El mayor Robles detalló que, hasta este 26 de mayo, María y la pequeña eran sometidas a exámenes médicos, para saber si se consumó algún delito sexual reciente en contra de ambas.

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