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El abogado Alejandro Mancero habla con la víctima y su madre sobre la próxima diligencia judicial.Karina Defas

Quito: una joven habría sido violada luego de una reunión de amigos

La víctima, al parecer, ha sido amenazada por amigos del sospechoso, quien espera la audiencia de formulación de cargos en su contra.

Firme. Convencida. Decidida a llegar hasta las últimas consecuencias por ver a su agresor y a sus cómplices tras las rejas. Así ha vivido Maribel (nombre protegido), una joven universitaria que acusa a otro estudiante de haberla violado luego de una farra.

El hecho se registró en abril de este año y se encuentra en investigación previa. Ahora se espera la audiencia de formulación de cargos contra el sospechoso.

Alejandro Mancero, abogado de la víctima, señaló que pedirán la pena máxima de 22 años por este caso. El jurista explicó que durante una reunión de amigos, el agresor supuestamente colocó una sustancia en la bebida de Maribel, lo que provocó que ella perdiera la consciencia y “luego la violó en su vehículo”.

Por si fuera poco, el sujeto le habría hecho tomar una pastilla para que supuestamente se recuperara del malestar, pero era la llamada ‘pastilla del día después’. Luego de la agresión, ella no sabía qué había pasado: estaba aturdida y tenía sangre en sus prendas. Preguntó a las personas que estuvieron con ella y no le dijeron nada. El agresor la llevó a su casa.

Al tercer día vio la caja de la pastilla en su bolso y se preocupó. Habló con su madre al respecto y denunciaron al presunto agresor por violación.

Mancero aseguró que el implicado estaría involucrado en otros casos de abuso sexual a jóvenes de la universidad, quienes por temor a él y a sus amenazas no lo denuncian. “Es un grupo de amigos que se socapan entre ellos”.

65 de cada 100 mujeres en el país han experimentado algún tipo de violencia, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos.

A Maribel, de 22 años, le han llegado mensajes intimidantes de uno de los amigos del sospechoso, quien también estuvo en el lugar de los hechos y debe rendir su versión en Fiscalía, pero no asoma.

Maribel afirmó que superar la agresión ha sido difícil, porque la revictimizaron mientras se daban las primeras diligencias judiciales. Y en la universidad “comentan a mis espaldas”. Sin embargo, el apoyo de su madre y de los abogados ha sido fundamental para que ella no desista. “Mi único error fue pensar que los agresores eran mis amigos”.

Mensajes intimidantes que, al parecer, le envía un amigo del sospechoso a la víctima.Cortesía

Depredadores al acecho

Johanna Orbe, abogada penalista y experta en violencia de género, comentó que la mayoría de agresores que cometen este tipo de actos se sienten incapaces de poder entablar una relación con una mujer en estado normal y “necesitan drogarlas para lograr su objetivo. Saben que sus víctimas nunca se acostarían con ellos”.

Tenerlas en un estado de vulnerabilidad en el que la mujer no tiene voluntad, según Orbe, les da más poder a los agresores y ven a la víctima como un objeto sexualizado. “Se convierten en depredadores”.

La abogada Daysi Vaca, fundadora del colectivo Girasoles de Justicia, señaló que esta realidad se ha normalizado en la capital. Afirmó que ha presenciado casos en los que grupos de hombres “se apuestan a las mujeres”. Es decir, antes de organizar una fiesta ellos deciden a quién van a ‘cazar’, “para luego drogarlas y tener relaciones sin consentimiento”.

Vaca añadió que las mujeres deben cuidarse para sentirse protegidas. “A pesar del empoderamiento femenino, todavía no podemos salir solas y sentirnos seguras”.