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Las pistas de un homicidio que salpican a un policía de Quito
El cabo tendrá que demostrar durante la investigación que hizo uso de su arma en legítima defensa. Si no, podría ir a prisión por más de 10 años
El cabo de Policía Pedro Quishpe tiene que presentarse este miércoles 22 de mayo a firmar una comparecencia en la Fiscalía luego de ser procesado por homicidio.
Él sería el responsable de disparar a Anthony Mora en Llano Grande, norte de Quito, la madrugada del 18 de mayo.
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Según la versión del agente, el joven, de 24 años, intentó robarle junto a otros tres sujetos, mientras Quishpe estaba dentro de su vehículo con una compañera de trabajo.
El cabo no reportó el hecho y se dirigió al conjunto habitacional donde vive un pariente. En este sitio cambió la llanta posterior del carro que le habían ponchado los supuestos delincuentes antes de pretender robarle.
Además, habría cambiado el vidrio del conductor que se partió luego del disparo que hizo en contra de Mora. Así lo determinaron los investigadores luego de hacer el seguimiento del caso. Ellos ubicaron a Quishpe luego de observar el trayecto que tomó mediante las grabaciones de las cámaras de una iglesia, de una cooperativa de taxis y de una empresa de seguridad.
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Cuando dieron con su paradero determinaron también que el carro en el que estaba tenía alteraciones de la placa y el cabo no supo justificar su procedencia. Además, había una camioneta que estaba reportada como robada.
Por estas evidencias, las autoridades legales también le abrieron un proceso por el delito de receptación.
Análisis del caso
La abogada Nathalya Salazar, experta en temas penales, indicó que luego de que Quishpe le disparó al presunto delincuente, su obligación era reportar el hecho a su inmediato superior, o redactar un parte informativo para el encargado de la zona o subzona donde actuó, “haya estado o no en servicio activo”.
Al respecto, aclaró que los policías tienen la responsabilidad de dejar sus armas en el rastrillo cada vez que salen francos.
Salazar presume que si el gendarme no reportó el hecho, fue porque no existió la necesidad y el uso racional de este mecanismo. Según ella, dentro del proceso penal, Quishpe debe comprobar que el ladrón también lo tenía amenazado con un arma de la misma categoría, para que quede justificado y legitimado el uso de la dotación policial.
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