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Quito | En la ciudadela México: huecote se ‘tragó’ una cancha
Los trabajos para mitigar el daño tardarán, al menos, tres meses. Los moradores temen que el coliseo del sector también se derrumbe.
José Chicaiza se percató del hueco que se formó en medio de la cancha de la Liga Barrial México, en el sur de Quito, cuando sus perros casi se caen ahí. Tenía como un metro de diámetro y ahora tiene, al menos, 40.
“No es la primera vez que pasa. Hace unos tres años se hizo otro parecido”, comentó el hombre, quien trabaja como conserje del lugar.
Ocurrió la tarde del viernes, pero lo que se pensaba que era algo sin mayor importancia resultó ser la caída de una de las paredes del colector Cochas Azules, según la Empresa Pública de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps). Para mitigar el daño, la maquinaria hizo una gran excavación.
Es por eso que los directivos del barrio y la liga deportiva se turnan para permanecer vigilantes a los trabajos.
A punto de caerse
El socavón puso a consideración de las autoridades un problema que tiene más de 10 años y que con el terremoto de 2016 se agravó: la infraestructura del coliseo está afectada.
“Ahora, con la entrada de las maquinarias y la remoción de la tierra nos da temor de que se caiga de una vez”, dijo Patricio Baldeón, directivo del barrio y de la liga.
La excavación está apenas a dos metros de la construcción e incluso las mallas empezaron a ser retiradas.
“Sucede porque esto es el relleno de la quebrada Cochas Azules y no fue hecho técnicamente”, comentó Luis Collaguazo, gerente de operaciones de la Epmaps.
El relleno se realizó a inicios de la década de 1970, años después el barrio decidió que ese espacio se destine al deporte.
Mitigación
Collaguazo informó, además, que el colector, a pesar de tener varias décadas, no posee problemas estructurales, pues está hecho de piedra y hormigón. “La idea es llegar a los 16 metros de profundidad para establecer el punto exacto del daño”.
Explicó que se realizará una variante temporal del colector para facilitar el desfogue de las aguas servidas. Esos trabajos tomarán al menos tres meses.
“Esperamos que no demore más porque queremos reactivar la liga, ahora no tenemos ni para pagar al conserje”, comentó Baldeón.
La pandemia ha afectado los ingresos de las canchas y temen, además, que no se pueda hacer mantenimiento.
Sin embargo, el daño solo se podrá evaluar en su totalidad cuando la maquinaria excave lo suficiente. “De ser el caso de realizar una variante permanente se podría ver un contratista. Por ahora estamos mitigando”, comentó el funcionario.