Este 6 de mayo se cumplió otra jornada para encontrar a Alejandro Jovel Ayala, un artista escénico de 69 años. El grupo de búsqueda recorrió las inmediaciones del volcán IIaló, en el oriente de Quito, sin resultados. Aproximadamente 12 de sus amigos se organizaron para subir a la montaña. Alejandro fue al sitio el pasado 1 de mayo en la mañana y desde entonces no ha dado señales.

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Raymond Duque, uno de ellos, contó a EXTRA que la denuncia fue colocada el viernes 3 de mayo en la Dirección Nacional de Investigación de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased). “Las investigaciones están lentas, por eso nos hemos organizado para buscarlo por la zona, hasta donde se pueda acceder”.

La búsqueda se dividió en tres grupos. El Gobierno Autónomo Descentralizado de La Merced se ha unido a las labores, así como los comuneros, Cuerpo de Bomberos y algunos policías.

Duque es muy cercano al artista, que se destaca como titiritero, pintor y músico, por lo que él fue quien advirtió de la ausencia de Alejandro. “Lo llamé el 1 de mayo y ya no hubo respuesta. Al siguiente día fui a su casa, pero no estaba, ya no había dormido ahí”, narró.

Días antes, el titiritero había expresado su deseo de llegar a la cima del Ilaló. Incluso, otro de sus amigos le facilitó los zapatos adecuados para eso, según Duque. “Yendo al sitio hemos recabado testimonios de comuneros que lo vieron subiendo, que incluso saludaron con él”, aseguró el también artista.

A las 07:30 del lunes 6 de mayo se reunieron los amigos de Alejandro para caminar desde Sanjaloma, en la parroquia La Merced, zona donde reside el artista. “A veces nos sentimos impotentes y temerosos cuando nos encontramos con quebradas y laderas profundas”, admitió Duque.

Alejandro es de origen salvadoreño, pero hace más de 20 años decidió radicarse en Ecuador, por lo que nadie de su familia vive cerca. “Se espera que el miércoles llegue una de sus hermanas, porque toda la familia conoce la situación”, agregó Duque.

De hecho, el que viviera solo y lejos de su familia era una de las preocupaciones de sus amigos, pero él nunca quiso volver a El Salvador. “Yo le decía que considere la posibilidad de vivir con su hija en Dinamarca”, comentó.

El artista también estuvo casado con una ecuatoriana, matrimonio del que nació su hija. Sin embargo, desde hace varios años él vive solo en el barrio San Marcos.

En los días previos había contado que estaba contento porque debía participar en un festival en el que daría funciones de títeres pagadas. “Con lo precario de la situación artística en el país, esa era una gran noticia”, explicó su amigo.

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