Quienes habitan a lo largo de la calle Guatemala, que va desde San Juan, en el Centro Histórico de Quito, hasta Toctiuco, en lo alto del occidente capitalino, tienen un solo pedido en este febrero de 2024: que les coloquen muros rompevelocidades para evitar los accidentes que, de manera constante, ocurrían en esta vía.

Durante un recorrido que hizo un equipo de EXTRA se pudo constatar que algunos conductores irrespetan las señales de tránsito e incluso se atreven a rebasar en lugares que no solo son prohibidos, sino que son peligrosos, como en la subida cercana a la calle Augusto Martínez y en la intersección donde desemboca la calle Condorcunga.

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En esta última, el riesgo es mayor para los transeúntes, sobre todo porque los carriles que existen en cada lado no son como los habituales, dos a la derecha para un sentido y dos a la izquierda para el otro, sino que se puede circular en ambas direcciones por los dos costados. 

Por ese motivo, residentes como Vicente Caguano lamentan que no puedan cruzar sin el riesgo de que ocurra un accidente de tránsito y que las víctimas sean ellos. Por eso, él insiste en que “hagan los rompevelocidades. Suben vehículos a alta velocidad por diferentes lados. Suben y bajan. En el rato menos pensado se chocan acá los carros”, sostiene.

El morador, junto con otros vecinos, había hecho un pedido al Municipio de Quito a través de EXTRA, durante el especial de la Navidad del 2023, para que esta solicitud sea cumplida, a manera de regalo a la comunidad. Sin embargo, esta obra se hizo a medias. Fabiola Terán, dirigente barrial, mostró que al lugar llegaron trabajadores municipales y pintaron las señalizaciones sobre la calzada, pero eso no ha frenado a los conductores que manejan ‘como locos’.

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EXTRA lo verificó en el sitio, incluso cuando se grababa un vídeo para esta nota periodística. En las imágenes quedó registrado cuando unos conductores, en plena subida, irrespetaron las líneas que impiden invadir el carril contrario porque querían pasar a un pequeño camión. Vicente Caguano menciona que estas situaciones se presentan a diario y que ponen en riesgo la vida de conductores y caminantes. “Aquí todos corremos peligro: niños, personas mayores.

Quisiéramos que por favor el Municipio se conduela y nos haga alguna cosa, porque la pintura (de las señales en la calzada) con el tiempo se borrará y queda lo mismo que nada. En cambio, con los rompevelocidades hay un poco más de tranquilidad”, concluye el morador.

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