El plan de ir a comer salchipapas por un dólar en cualquiera carreta se ‘jodió’. Se incrementó el precio del quintal de papa en los distintos puntos de venta, como en mercados mayoristas y minoristas, en esta última semana.

“El quintal ha subido al doble del precio en el que se encontraba”, comentó la propietaria de un local de venta de papas fritas. Por esta razón los distintos establecimientos de comida rápida también aumentaron el precio en los platillos que ofrecen al público.

(Te invitamos a leer: Durán: Víctimas de matanza en Los Helechos siempre estaban por la zona y una vivía allí)

Adrián Maridueña, administrador de Cococho Burger, ubicado en la 11 y Alianza, al sur de Guayaquil, afirmó que en el negocio que regenta tuvieron que incrementar los precios desde la primera semana de enero. “Enviamos a imprimir nuevos menús, porque todo subió”.

Según él, ya no era sostenible mantener los mismos valores de cuando ni la papa ni el aceite estaban tan caros. “Desde hace varios meses se sabe lo de la papa, pero en estas últimas semanas ha sido algo más drástico. Si seguíamos cobrando lo mismo nos íbamos a pérdida completa”.

El cambio en ese negocio, que es familiar, fue inevitable, pues precisó que el quintal, que estaba en 25 dólares, ha llegado hasta los 48 dólares. Y en su local, de gran acogida, llegan a usar hasta dos o tres quintales por día.

Sin embargo, no todos los clientes van con el bolsillo preparado para el gasto extra. El ejemplo claro es Mónica Founes. La invitación que les hizo la noche del sábado 6 a sus sobrinas Kristel, Vanessa y Chelsea y a su hijo Allan a comer papas fritas no salió como esperaba.

Llegó en su vehículo para comprar cinco platos y al revisar el total notó que el dinero solo le alcanzaba para cuatro. “Vine con 8 dólares, que suelen alcanzar porque cada una costaba 1,50 dólares. Nos tendremos que quedar sin comer nosotros (los dos adultos a bordo del vehículo)”, dijo entre risas.

Pero a Mónica le quedaba una salida a su hambre: ir a una reunión familiar en la que comerían rosca. “No me podía ir sin comprarles las papas fritas a los chicos. Les había prometido esto y después les quedaba mal”, argumentó la tía.

Mientras los cuatro jovencitos disfrutaban de los platos auspiciados por Mónica, bromeaban con que ya no es posible comer de manera frecuente papas, que tanto les gustan. “Tocará ir a buscar hamburguesas”, dijo Chelsea, quien fue apoyada por todos sus primos.

Otros comerciantes han debido adoptar diversas estrategias. “No solo hemos tenido que poner menos papas en cada porción, sino dejar de vender la opción que cuesta 50 centavos. Ahora tenemos solo a partir de 1,25 dólares y eso nos ha bajado las ventas en un 40 % esta semana”, indicó Edwin Salinas, quien tiene su carretilla de salchipapas y papipollo en el sur de Guayaquil.

“Esperemos que esto termine pronto. No nos queremos quedar sin papas fritas”, finalizaron los primos riéndose.

¿Quieres leer más contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!