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En Quevedo 'reina' la Santa Muerte
Un vendedor de la figura de la Santa Muerte asegura que el comercio creció en un 70 por ciento en diciembre.
Humo de sahumerio, velas encendidas, esencias, perfumes ‘sígueme sígueme’ y más artículos esotéricos engalanan los aproximadamente 100 metros de extensión del callejón del coliseo central de Quevedo, en las calles June Guzmán y Marcos Quintana.
En este centro del comercio riosense ‘reina’ la Santa Muerte. Las imágenes de este objeto de culto se multiplican a cada paso. Las hay de todos los tamaños y colores.
¡Ojo! Aquí no es como Tepito, el barrio más bravo de México, donde veneran a la Santísima Muerte y se puede comprar desde marihuana y cocaína hasta un fusil AK-47, el arma más usada por los sicarios, pero en Quevedo la Niña Blanca fue ‘caída y limpia’ en diciembre pasado, algo inusual en este cantón de Los Ríos, según para algunos comerciantes.
Nelson Navas, propietario de uno de los locales de artículos naturistas y objetos para rituales, asegura haber vendido más de 30 estatuillas de la Santa Muerte solo en la época navideña.
Según sus cálculos, sus ventas aumentaron en un 70 por ciento más que en otras temporadas. Él cree que este fenómeno no responde a la supuesta relación que existe entre criminales y la ‘figura espiritual’, y que religiosos y policías de otros países, en especial México, han denunciado, sino que la fe de las personas ha aumentado en los últimos tiempos.
Él recomienda comprarlas en rojo para el amor; verde para abrir caminos, amarilla para la suerte, dorada para el dinero y la negra para las personas que hacen maldades...
Otros consultados por EXTRA y que prefirieron mantener en el anonimato su identidad, coinciden en que el “récord” en ventas de la Santa Muerte en diciembre no tiene que ver con el crecimiento de los enfrentamientos sangrientos entre bandas narcodelictivas. En ese mes, según reporte de la Policía, se cometieron 20 asesinatos. Sin embargo, noviembre aparece como el más violento de 2020, con 27.
Guillermo Solís, otro comerciante de esta zona y que tiene ocho años trabajando en el lugar, también confirmó que sus ventas han sido buenas en los últimos meses, todo por la Niña Blanca. Aclaró que lo único que hace es venderlas, pero no sabe mucho para qué las utilizan.
En algunos allanamientos, los agentes han encontrado pequeños altares y figuras parecidas a la Santa Muerte. El jefe de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased) de Los Ríos, Mario Escobar, contó que en un operativo se encontró con un pequeño altar donde estaba la Santa Muerte, sin embargo, ellos no interponen en las creencias de cada persona.
En Quevedo, estos amuletos -según la Policía- no son considerados dañinos, es por eso que se venden libremente como cualquier objeto que los usuarios requieran.
Altar y devoción
En esta ciudad existe un altar completo de la Santa Muerte. Su dueño, de unos 50 años, hace trabajos de hechicería, pero no quiere que se lo identifique para evitar en su casa a “fanáticos”, ya que solo atiende a personas que llegan por recomendaciones.
Se considera un gurú de la Niña Blanca, es decir, el pastor de ella. Lleva 18 años venerándola, su familia es parte de estos cultos y también son seguidores de las ciencias ocultas y ancestrales, y a la magia Babalawo (hechiceros).
Se hizo devoto de la Santa Muerte porque lo ha ayudado “mucho” no solo a él, también a otras personas.
Cree que los antisociales la utilizan de una mala forma, pero asegura que la figura no está destinada para hacer daño. “Muchos están equivocados. Dios nos dio la vida y nuestra Santa Muerte viene por nosotros, es eterna y el ser humano, tarde o temprano, se va cogido de ella”.
Refirió que hay una diferencia entre los seguidores de la Santa Muerte y San La Muerte, que es un santo popular o entidad venerada en Sudamérica. El último es un esqueleto cubierto por una túnica negra y, en su mano derecha, una guadaña de lata que señala la igualdad ante Dios y que a cada uno le llegará su hora. Es un santo pagano no canonizado por la Iglesia católica.
Las imágenes de San La Muerte sirven de amuleto y suelen ser talladas (a excepción de la guadaña) en una sola pieza de madera dura, hueso (en ocasiones huesos humanos), plomo, yeso, etcétera.