El impacto fue brutal. La moto en la que viajaba Leodán Saúl Gavilánez Guapulema, de 22 años, quedó destrozada, junto a su cuerpo, bajo las llantas de un bus de la cooperativa transporte Esmeraldas.

El chico no viajaba solo. Iba acompañado de su amiga, Erika Carvajal, quien se escapó de las garras de la muerte.

Eran cerca de las 20:00 del martes 22 de febrero cuando los dos jóvenes circulaban en la motocicleta por la vía Ventanas-Quevedo. De repente a la altura del motel El Refugio ocurrió la desgracia.

Algunos testigos manejan la hipótesis de que la pareja iba a entrar al motel cuando el micro los embistió. Otros indican que por tratar de rebasar al bus, este se los fue llevando con todo. Al final la tragedia fue para los del vehículo de dos ruedas.

La motocicleta y Leodán fueron arrastrados 25 metros, por lo que murió al instante, mientras que su acompañante salió expulsada y  resultó gravemente herida.

Minutos más tarde, la madre del ahora occiso perdió el control al verlo bajo las llantas. Ella le gritaba al cadáver: “Te dije que vuelvas, no me dejes hijito, no puede ser posible”.

El padre, Napoleón Gavilánez, relató que justo en hora de la mañana le había recomendado a Leodán que "anduviera con cuidado" en las vías y que regresara temprano a casa.

El angustiado padre detalló que su hijo vivía en el recinto Santa Sofía perteneciente del cantón Ventanas, era soltero y resume que la chica era su novia.

Entre lágrimas, los deudos contaron que se enteraron del accidente por un vecino, pero que nunca se imaginaron encontrar sin vida a su muchacho.

Joven herida 

Luego del suceso,  Erika Carvajal fue llevada al hospital de Ventanas, pero por falta de equipos como rayos X, tuvo que ser trasladada luego a una clínica privada.

Su madre, Hidilma Punte, recordaba que la joven le había pedido permiso para salir en horas de la tarde y que solo volvió a saber de ella cuando recibió fue la noticia de que estaba tirada en la calzada.

Ahora la joven se está recuperando de las fracturas que le ocasionó el accidente y sus allegados solo esperan que no se vaya a complicar por los golpes recibidos.

El agente de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), Byron Lagos, manifestó que el conductor del micro abandonó el lugar del accidente y se desconoce su paradero.

Ahora estarán realizando las respectivas pericias que ayuden a determinar las responsabilidades de los conductores.