Si tu negocio no está en redes sociales, básicamente no existe. Así de simple. En la actualidad, la gente busca recomendaciones, compara precios y hasta compra directamente en las páginas. Pero ojo, no basta con abrir una cuenta y sentarse a esperar que los clientes lleguen por arte de magia. Hay que moverse.

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Los emprendedores ahora hasta venden ropa en vivo por TikTok. Es una ‘fiebre’ este estilo de venta, pues es una estrategia que se ha vuelto común, ya que permite vender no solo en la tienda física, sino también a nivel nacional, alcanzando a muchísima más gente.

Y es que la visibilidad que dan las redes es enorme. Después de todo, ¿quién no se la pasa pegado al teléfono en sus ratos libres? En 2024, el tiempo promedio que los usuarios dedicaban a redes sociales era de 2 horas con 27 minutos al día, según Statista, una plataforma que analiza tendencias a nivel mundial.

Lo primero es conocer a tu audiencia: ¿quiénes son, qué les gusta, dónde se mueven? Si vendes ropa vintage, por ejemplo, Instagram puede ser tu mejor aliado gracias a su enfoque visual.

Y ojo con la frecuencia: según Sprout Social, herramienta que ayuda a las empresas a gestionar y monitorear sus redes, las marcas que postean 1-2 veces al día generan más interacción que las que saturan a sus seguidores.

Y es que no hay que obsesionarse solo con vender; hay que enganchar. Cuenta historias, muestra el detrás de escena, diviértete. Si tienes una panadería, ¿por qué no compartir un video de un pastel que se desplomó antes de mostrar el resultado final? Eso humaniza tu marca y hace que la gente conecte.

Aprovecha las historias y los reels (videos cortos), que son oro puro en redes. Son rápidos, fáciles de consumir y la gente los devora sin darse cuenta. De hecho, según Hootsuite (2024), el 60% de los usuarios prefiere ver videos cortos antes que leer un texto largo.

Redes sociales para emprendedores

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