Dos mil artefactos explosivos que eran utilizados para cometer extorsiones a locales comerciales fueron decomisados en un operativo policial realizado la madrugada de este sábado 10 de agosto en el sector del Cisne, en el Guasmo, al suroeste de la ciudad de Guayaquil.

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El hallazgo se logró gracias a las labores de inteligencia del eje investigativo de la Policía y a la colaboración del personal de las Fuerzas Armadas que intervino en los allanamientos. El valor de los explosivos alcanzaría los $ 22.000, según datos de la Policía.

El coronel Édison Molina, jefe del distrito Portete, detalló que se trataba del tercer caso de almacenamiento de explosivos en el mismo sector durante esta semana, habiéndose encontrado también 6 minas de uso militar y alto poder explosivo en el segundo y cuatro granadas tipo piña en el último.

“Estos ilícitos están relacionados a actividades extorsivas en este territorio, además en este último cuatrimestre se ven mezcladas con el uso clandestino de la pólvora en las fiestas octubrinas y sobretodo de fin de año”.

El oficial puso como ejemplo el caso de un menor de 16 años de edad, que en pasados días fue encontrado con en delito flagrante con una mochila en la que llevaba 44 explosivos tipo ‘tumbapuertas’ y alrededor de cincuento panfletos con mensajes extorsivos.

El coronel explicó que los materiales hallados tiene una potencia que podría afectar hasta 10 cuadras a la redonda, por lo que no solo ponen en riesgo a los criminales que los custodian, sino a todo el vecindario donde están ubicados los centros de acopio clandestinos.

Molina instó a la ciudadanía a tener cuidado con el uso y almacenamiento de estos materiales, pues el año pasado, en el periodo de enero a agosto, se registraron cuatro explosiones e incendios relacionados en los que se perdieron seis vidas.

El jefe policial detalló que en los tres casos se detuvieron a dos personas, aunque de ellas solo una está siendo judicializada por el delito de almacenamiento de no autorizado de explosivos, el cual se castiga con prisión de tres a cinco años.

También explicó que según la hoja de ruta que han podido indagar, el material detonante proviene tanto de la frontera norte (Colombia) como sur (Perú) y es trasladada no solo por tierra, sino también por diferentes rutas fluviales.

Por este motivo, la Policía Nacional le ha solicitado a las Fuerzas Armadas, a través del comando de Guardacostas, su colaboración para el patrullaje de los ramales del estero Salado que atraviesan los mencionados sectores y que son usados como vías para acceder a las caletas donde se almacenan los explosivos.

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