“Con tres dedos de frente, lo que hicieron esos padres está fuera de límite”. Con esa contundente declaración, Lady Vera, directiva del comité central de padres de familia del colegio Veintiocho de Mayo, expresó su malestar sobre lo ocurrido en una fiesta para adultos que tuvo lugar en otro plantel de Guayaquil.

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La tertulia en cuestión fue organizada para conmemorar los 50 años de exalumnas de ese plantel, según informó la Subsecretaría de Educación del Distrito Guayaquil.

La parranda, viralizada ampliamente en redes sociales esta semana, mostraba a un grupo de señras disfrutando del baile sensual de unos ‘garotos’, con el logo del colegio visible en el fondo.

“Eso (la fiesta) produce una falta de autoridad y respeto que uno ya pierde con los hijos, porque si bien es cierto que los padres tenemos la opción de ser libres y tener nuestros momentos, pero cada cosa en su lugar”, dice Vera.

Según ella, este tipo de mal ejemplo es uno de los factores que contribuyen a que los jóvenes de hoy en día lleven armas y drogas a los colegios fiscales, como han reportado algunos representantes.

Por su parte, Ernesto Díaz, otro padre de familia, calificó el evento como “bochornoso”, subrayando que los padres no consideraron las consecuencias de sus actos.

“No era el lugar. Por último, si les gusta ese tipo de fiestas subidas de tono, podrían haberla hecho en sus casas, no en el espacio donde sus hijos estudian”, lamenta.

En redes sociales, la gente también estaba ‘cabrini’. “¡Mi difunta tía abuela, que fundó ese colegio, si viera esto, le daría un infarto!”, comentaba el usuario @Xavite en X.

El psicólogo Eduardo Moreira, quien atiende en su consultorio Capsipe, coincide con los padres consultados por EXTRA en que lo reprochable de esa fiesta fue que se realizara dentro del plantel.

“Si el evento hubiese sido privado y fuera de la unidad educativa, sería difícil juzgar si está bien o mal. Pero al ser dentro del colegio, se irrespeta a la institución y se da un ejemplo que los hijos podrían normalizar y repetir en el futuro. Esto reflejaría una repetición de patrones conductuales”, argumenta Moreira.

El terapeuta también advierte que si los hijos de las exalumnas involucradas están estudiando en el mismo colegio, podrían verse afectados, ya que “queramos o no, serán encasillados por la situación con sus madres, tanto por sus compañeros como por docentes y otras autoridades”.

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