Alexis Fogacho fue uno de los 26 manifestantes retenidos durante las protestas ocurridas en varios sectores del sur de la ciudad la tarde del viernes, antes de que el presidente Guillermo Lasso declarara el estado de excepción.

El morador de Guamaní contó que estaba apoyando las manifestaciones en la avenida Maldonado y a las 15:00 llegaron varios motorizados, que los rodearon y lanzaron gas. “Nos golpearon con toletes. A mí me rompieron la cabeza”, dijo.

Fogacho recordó que los uniformados los subieron a un bus y los trasladaron hasta el sector de Cutuglagua, donde los agentes pretendían continuar con el operativo. Sin embargo, al llegar vieron que se había formado una batalla campal.

En unos videos que circularon en redes sociales se ve que un grupo numeroso de agentes antimotines se desplazaban juntos por la avenida retirando a los manifestantes.

Cuando llegaron debajo del puente, empezaron a llover piedras y el gas lacrimógeno. Las personas que pasaban por el lugar corrían desesperadas. Algunos vomitaban luego de percibir el gas.

Nancy Pilco, vecina del lugar, escuchó que varias personas le golpeaban la puerta de su casa pidiendo que las dejara entrar. La mujer comentó que algunos se subieron por las paredes y junto a ellos empezaron a caer bombas lacrimógenas. “Salimos corriendo para no asfixiarnos”.

Jhoana Godoy es enfermera y vive a pocas cuadras de donde se dio el enfrentamiento. Ella contó que ayudó a un bebé de tres meses que casi se muere ahogado por el humo y el gas del ambiente. La mujer cargó en brazos al pequeño y le dio los primeros auxilios. Añadió que está de acuerdo con las protestas, pero no con la violencia. Ella criticó a los manifestantes que reventaban las llantas de los vehículos e intimidaban a los conductores.

El coronel Joffre García, comandante del Distrito Quitumbe, informó que en el sector de la Martha Bucaram también se formaron desmanes. Dispersaron a personas que estaban rompiendo los contenedores de basura y los vidrios de locales comerciales.

De los 26 retenidos en estos tres sectores, cuatro fueron judicializados por destruir bienes públicos. Entre ellos hubo dos patrulleros que terminaron destrozados. Uno fue atacado ayer por la mañana.

El coronel señaló que los puntos críticos en esta zona de la ciudad están en el límite de Quitumbe con el cantón Mejía, en el sector del Beaterio, y el Troje, donde existe presencia policial permanente.