‘Chira’, enojada y triste. Así ha quedado Melannie Erazo, después de gastar ‘un ojo de la cara’ en taxis debido al paro de transportistas en Guayaquil, que hasta el cierre de esta edición sigue siendo indefinido.

(Lea también: Ventajas y desventajas de comprar un carro a crédito, según un consultor financiero)

Residente de Pascuales, al norte de la ciudad, trabaja en un centro comercial en La Aurora. Habitualmente, sus gastos de transporte ascienden a 60 centavos entre tricimoto y bus para llegar a su trabajo, y por las noches utiliza un expreso contratado.

Sin embargo, desde el inicio de la paralización se ha visto obligada a pagar 5 dólares diarios para movilizarse.

“La (línea) 2 es la única que ha pasado estos días, pero va llenísima. Esperé media hora el primer día del paro, y cuando llegó, era tanta la gente que se subió que fue imposible ir en esa ‘vaina’”, relata.

Es así que para evitar este agotador trajín mañanero antes de su jornada laboral, no ha tenido otra opción que gastar un dinero que no tenía previsto este mes. Los más perjudicados, según cuenta con tristeza, son sus dos perros lobos que, por su tamaño, requieren un montón de comida. Ha tenido que reducir las porciones semanales de sus croquetas para ajustar su presupuesto.

Por su parte, Christian Mieles, quien viaja diariamente desde Plaza Quil hasta la Florida Norte, enfrenta una situación similar a la de Erazo.

“Desafortunadamente, he tenido muchos gastos últimamente por una lesión que tuvo mi esposa, y no he podido ahorrar. Hemos estado sobreviviendo con lo justo y ahora tener que gastar en taxis afecta mucho nuestra economía”, lamenta.

Mieles comenta que, tras esperar un largo rato un bus el primer día del paro, solo encontró un taxista dispuesto a llevarlo, quien le cobró 8 dólares.

Al día siguiente pagó 6 dólares, aunque sigue considerando injusto el monto, ya que en condiciones normales paga 4 dólares. Esto sin contar que solo tenía presupuestado 60 centavos para su trayecto diario.

Poco a poco, más operadoras de buses urbanos han retomado sus actividades, según reportó la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), tras el fin de la protesta de una parte del gremio de transportistas.

Para optimizar los recursos en tiempos de crisis, el consultor financiero Héctor Delgado sugiere algunas estrategias prácticas. Primero, recomienda conversar con los vecinos para organizar un transporte compartido, como una especie de ‘taxirruta’. Aunque esto pueda costar un poco más que el gasto habitual, es más económico que pagar un taxi en solitario.

No obstante, Delgado señala que este tipo de situaciones se pueden prevenir guardando plata. “Esto también nos enseña la importancia de tener un ahorro para casos de emergencia”, explica.

Sugiere apartar un 10 % de los ingresos mensuales para este propósito. Es crucial que este dinero se deposite en una cuenta de difícil acceso, para evitar retiradas impulsivas. La ausencia de una tarjeta de débito y la necesidad de acudir a una agencia física para retirar esos ahorros, pueden asegurar que el dinero realmente se mantenga guardado.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!