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Familia
¿Qué hacer si tu pariente es adicto y recayó?
No le recrimines ni te burles de él, acepta su condición y vayan a terapia. Recuerda que él no solo cambia su conducta, también se altera su cerebro
Tu familiar tiene una adicción y recayó, ¿sabes cómo lidiar con ello? Primero, no te desesperes o entristezcas, ni le recrimines, si esta persona estaba en un proceso terapéutico, anímalo a retomarlo o ayúdalo a encontrar uno.
Entiende que convivir con un dependiente de drogas podría generar una codependencia en sus parientes cercanos: ellos no establecerían límites e intentarían solucionar todas las situaciones, sostiene el psicólogo clínico y experto en adicciones Joel Cañarte.
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El especialista menciona la importancia de que el clan acuda a psicoterapia, pues los parientes suelen ser los factores estresantes que afectan más al paciente en proceso de rehabilitación. “Se requiere de un sistema de relacionamiento familiar, funcional y armónico y no cometa el error de encadenarlo, eso cronifica el problema, pues crea resentimiento”, dice Cañarte.
Su colega, Luis Siguencia, manifiesta que si el adicto tiene hijos y ellos lo ven atado a una cadena o encerrado en una habitación, esto les puede causar mucha tristeza e impotencia por no saber cómo más ayudarlo.
“Lo que podría llevar a una persona a la adicción es sentirse bien (placer) para “desempeñarse” mejor en alguna actividad, por curiosidad o presión social, por problemas o angustias en su entorno”, expresa Siguencia.
- EXTRAtips
1. Las ‘a’ importantes para la familia. Aceptación de que tu pariente tiene un problema y que él también lo reconozca. Amor, no lo veas como un delincuente o un extraño, no lo discrimines. Ayudarlo a buscar asistencia especializada es parte del tratamiento. Finalmente, afrontar la adicción con un proyecto de vida y que él desarrolle actividades recreativas (deporte, arte, etcétera).
2. No lo juzgues ni recrimines por las recaídas. No lo insultes, tampoco lo agredas, te burles o pronuncies frases desalentadoras: “Vamos a ver cuánto te dura”. “Déjalo que toque fondo y verá”, entre otras. En ellos se altera la conducta y la estructura funcional del cerebro.
3. Terapia psicológica familiar. Hay que trabajar en los resentimientos que podrían darse entre los integrantes (de pronto hurtó algunas cosas en la casa para financiar el vicio); de igual forma hay que fortalecer la dinámica familiar y la conexión emocional (pasar tiempo juntos, conversar cómo se siente cada miembro, etc.).
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