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El Panecillo se ha convertido en la cima del misterio
Los habitantes y trabajadores narran sus experiencias con espíritus de personas asesinadas y duendes. Es considerado un lugar sagrado y lleno de energía.
El Panecillo es una montaña ubicada en el corazón de Quito. Su altura es de 3.000 metros sobre el nivel del mar y, aparte de ser uno de los lugares más turísticos de la capital, es considerado epicentro de eventos paranormales.
En este sitio -según expertos en eventos paranormales y habitantes de la zona-, deambulan almas de personas asesinadas, seres mágicos y uno que otro extraterrestre ha volado cerca de la Virgen que está en la cima. Es uno de los sitios más misteriosos.
Luis Rodríguez trabaja aproximadamente hace 20 años en un restaurante del lugar. Asegura que ese sector se vuelve tenebroso al finalizar el año. “Desde noviembre empiezan a ocurrir cosas”. El año pasado, uno de sus colaboradores salió de la cocina a buscar detergente para limpiar, pero al regresar halló los platos ordenados y relucientes.
En cambio, el guardia del establecimiento y cocineros han escuchado pasos y voces. Rodríguez cree que esto sería porque hace muchos años, en este sitio fueron abandonados los cuerpos de una pareja de extranjeros. Fueron asesinados.
Sin embargo, para los trabajadores, es normal sentirse ‘acompañados’ de los espíritus de los turistas, que eran de nacionalidad estadounidense.
Cuando el alma del gringo está enojada, suele hacer ruido o arrojar cosas por las noches. Por eso, Rodríguez señala que cada año celebran una misa para espantar las ánimas.
Freddy Sangoquiza, quien reside al inicio de la calle Melchor Almerich, cuenta que en el restaurante había una casa abandonada, en la cual -supuestamente- integrantes de la banda extinta de los María Luisas solían abandonar los cuerpos torturados de sus enemigos.
Pero en El Panecillo también existirían supuestos seres elementales y presencia ovni. Leonardo Maza recuerda que hace dos semanas salió con una pariente a ‘pegarse’ unos canelazos, cuando un elfo se les cruzó por el camino.
“Un pequeño de unos 50 centímetros pasó corriendo por mis pies”, precisa Maza, de 30 años. Creyó que se trataba de un niño que estaba solo, por lo que quiso acompañarlo. Sin embargo, se quedó ‘helado’ cuando el duende le regresó a ver. “Tenía la nariz deforme y la quijada estaba a un lado”.
Por su parte, Sammy Páez no se ha topado con espíritus, pero asegura haber observado en dos ocasiones “unas naves extrañas” encima de la Virgen.
Las dos veces ella se encontraba en el sur, desde donde vio algo parecido a una aeronave que sobrevolaba la figura, pero luego se detuvo. “Me pareció extraño. Era algo esférico”. Cree que la montaña guarda algo enigmático.
Es una de las 'zonas calientes'
Desde la rama de la ufología, según Khristian Almeida, las zonas calientes son los puntos o sectores en los que ha habido frecuentes avistamientos ovnis. El director del Instituto Tecnológico Superior de Estudios Sociales Los Andes asegura que El Panecillo es uno de estos puntos.
Almeida explica que las zonas calientes en la ciudad contemplan los distintos “apus” o montañas que se mantienen como centros de poder y algunos fueron reemplazados por iglesias para mantener su vibración energética. Otros lugares son San Juan, El Placer...
Hay almas desde tiempos incaicos
El experto en temas paranormales explica que El Panecillo es un lugar sagrado, lleno de energía, donde se hacía adivinación y cultos. “Se le denomina el templo del sol. El templo de la luna es San Juan”, menciona. Ricardo Mera añade que en este lugar hay actividad paranormal desde tiempos incaicos, allí hacían rituales.
Aunque el experto indica que hizo una investigación con personas en situación de calle que viven en las laderas de El Panecillo y concluyó que, cuando se drogaban, supuestamente observaban demonios que “hablaban con ellos”.