A medianoche hornea su pan para la venta durante toda la madrugada y, en el proceso, conversa con su audiencia de miles de personas a través de TikTok, donde transmite contenido en vivo. A sus 51 años, el guayaquileño Ronald Mite se ha convertido en una celebridad virtual.

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Son miles de usuarios, asegura él, quienes se enganchan a sus ‘lives’ que realiza todos los días y trasnochan atraídos por sus ocurrencias en el videojuego Free Fire. En ese ‘mundo’ es el Chino Mait, su nombre ‘en línea’. Antes de dar el salto a las plataformas digitales, Ronald ha dedicado 17 años de su vida a su panadería, ubicada en las calles 24 y Francisco Segura, suburbio de Guayaquil. Entre agua, huevos y harina, el Chino levantó su negocio que le ha permitido sostener a sus hijos Gustavo (24) y Evelyn (27).

Sus días giraban en torno a los panes, pero todo cambió drásticamente el 10 de abril de 2020, cuando contrajo COVID-19, enfermedad que le ocasionó la pérdida de aproximadamente 55 libras. “A los tres días me reanimaron porque no me podía levantar y estaba delirando y casi había perdido el conocimiento. Mi hermana me inyectó paracetamol y, prácticamente, volví a la vida”, cuenta.

El impacto del coronavirus no se detuvo después de esos tres días, ya que permaneció en cama durante cuatro meses más, pues le resultaba difícil levantarse y respirar, lo que lo llevó a endeudarse con un préstamo bancario para poder subsistir.

Sus dos retoños lo respaldaron en los gastos del hogar; sin embargo, la venta diaria de pan disminuyó de alrededor de 900 a solo 300 unidades porque los clientes tenían miedo de contagiarse por ir a la panadería. Esta situación provocó que su familia no pudiera cubrir aquel préstamo.

Mientras el Chino luchaba por aumentar sus ventas y las deudas seguían acechándolo, encontró refugio en el primer videojuego que se atrevió a jugar desde el teléfono celular: Free Fire.

En ocasiones, incluso se permitía pequeños ‘pecados’, como invertir 5 dólares semanales en su juego en un ciber cercano a su domicilio.

Fue en ese lugar donde conoció a su ‘pana’ Luis Pérez, quien en ese entonces era un ‘pelado’ de 14 años y en la actualidad está próximo a cumplir la mayoría de edad. Pérez fue quien lo inspiró a iniciar su carrera como creador de contenidos en vivo, comúnmente conocido como streamer.

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“Él me dijo: ‘Oye, eres bien animoso, Chino. ¿Por qué no comienzas a hacer directos?’ Y le dije: ‘No, ¿quién me va a ver a mí, si soy un veterano?’”, contó el panadero acerca de la conversación inicial que lo inspiró a iniciarse en el streaming, un proceso que solo le llevó un mes desde que recargó en ese ciber hasta que realizó transmisiones en vivo.

Ese momento fue un punto de inflexión en su vida, ya que transformó su rutina de simplemente hacer pan y ocuparse de su familia a entablar conversaciones con miles de seguidores atraídos por la ‘joda’ que le mete a cada transmisión.

Esto no solo le proporciona momentos de alegría y desestrés, también le genera ingresos, aportando entre 150 y 200 dólares mensuales adicionales a su economía. Para llegar a aquello, tuvo que invertir casi $2.300 entre una computadora, audífonos inalámbricos, una tablet y las recargas para el ‘Free’.

El ‘gamer’ ha recibido propuestas de diversa índole por parte de su audiencia, que van desde la posibilidad de conocer a sus seguidores en diferentes lugares del mundo hasta la invitación de ir a socializar a ‘La 18’ con las ‘cariñosas’.

Mait explicó que algunos de sus seguidores también son generosos donantes, ya que le ofrecen apoyo financiero de manera desinteresada. Estos donativos se realizan a través de regalos durante sus transmisiones en TikTok o Facebook, y la cantidad de billete depende de la voluntad y generosidad de quienes desean respaldar al creador de contenido.

@Alejo es uno de los seguidores que se ha convertido en un donante habitual del Chino, y compartió con EXTRA que lo hace porque disfruta mucho de su contenido, ya que ha seguido fielmente al tiktoker durante más de un año y medio.

En Facebook, el ‘tío’ Mait, como es conocido, contaba con alrededor de 170.000 seguidores. Sin embargo, en diciembre de 2022, una cuenta procedente de Indonesia hackeó su perfil, impidiéndole continuar transmitiendo en esa plataforma. A pesar de este contratiempo, no se detuvo. Creó una cuenta en TikTok y actualmente suma unos 40.000 seguidores en esa red social.

A los 14 años, mientras aún asistía al colegio, Ronald se introdujo en el mundo de los videojuegos al frecuentar un local con máquinas de arcade, un tipo de mueble con un monitor dedicado para jugar videojuegos, antes de la existencia de las consolas. En ese lugar disfrutaba de títulos como Street Fighter, Star Wars, Pacman, Donkey Kong, entre otros.

Continuó jugando hasta terminar el bachillerato, momento en que sus nuevas responsabilidades como adulto lo llevaron a dejar temporalmente esta afición. Aunque agregó: “De vez en cuando, si tengo la oportunidad, me doy una escapadita al Unicentro para jugar maquinitas”.

Después de recuperarse del COVID-19, este videojugador desarrolló curiosidad por probar jugar en su teléfono móvil, tal como lo hacían los jóvenes a él. Al sumergirse en esta experiencia, empezó a jugar títulos como PUBG Mobile y Call of Duty Mobile, hasta que finalmente encontró su juego preferido, Free Fire.

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