Un año después del devastador derrame de petróleo que impactó severamente Playa Las Palmas, los operadores turísticos continúan luchando por obtener una indemnización justa que compense las pérdidas económicas y los daños a la salud que han sufrido.

El derrame, ocurrido el 19 de julio de 2023, fue causado por un fallo en el sistema de alivio durante el proceso de transferencia de crudo, contaminando el mar y los 5 km de playa de Las Palmas, uno de los principales destinos turísticos de la capital provincial. Ciento veinte operadores turísticos y comerciantes fueron gravemente afectados.

Los operadores, dependientes del turismo para su sustento, vieron reducida drásticamente la afluencia de visitantes. María López, propietaria de un hostal, expresó: "El turismo es nuestra principal fuente de ingresos, y este derrame nos dejó sin medios para mantener a nuestras familias".

Las pérdidas económicas ascienden a más de 10 millones de dólares según la Cámara de Turismo de Esmeraldas. A pesar de los esfuerzos por promover la recuperación del turismo, persiste la percepción negativa y muchos turistas evitan la playa por temor a la contaminación.

Además de las pérdidas económicas, residentes y trabajadores reportan problemas de salud derivados de la exposición al crudo. José Maldonado, pescador local, comentó: "Desde el derrame, he tenido problemas respiratorios y de piel".

Los operadores turísticos y residentes han iniciado acciones legales contra Petroecuador para obtener compensaciones justas y cubrir los gastos médicos por enfermedades causadas por el desastre ambiental.

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