Con el regreso a clases en la región Costa, los padres deben pensar en cómo armar menús de alimentos que no solo los mantenga a sus hijos bien ‘papeados’ y con las ‘pilas puestas’ durante toda la jornada escolar, sino también que les ayude al desarrollo mental para lograr así las mejores calificaciones.

Los expertos en nutrición consideran que existen ocho nutrientes esenciales que no pueden faltar en su desayuno diario, los cuales se encuentran en lácteos, frutas, vegetales y carnes.

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Estos son importantes porque ayudan al desarrollo del cerebro, influyen en la memoria, la capacidad cognitiva, el razonamiento, mejoran la concentración y neurolingüística.

La nutricionista Ana Altamirano detalló que “existen estudios que evidencian la importancia de la alimentación para el desarrollo del cerebro y el aprendizaje en los menores. Una investigación realizada en Estados Unidos, en niños de 9 a 11 años de edad, encontró que los bien nutridos    (con un consumo de un desayuno calórico) presentaron un mejor desempeño frente a los niños pertenecientes al grupo placebo (consumo de un desayuno no calórico)”.

Altamirano indicó que entre los nutrientes esenciales en la dieta de los estudiantes debe estar la proteína, la cual actúa en la formación y desarrollo cerebral, mejorando las funciones hormonales y neuronales. Esta se encuentra presente en la carne, pescado, huevo y leche.

También son esenciales las “grasas buenas”, como el omega 3 y 6, nutrientes importantes en la formación y salud cerebral, contribuyendo a un mayor desarrollo mental, mejorando el aprendizaje y la conducta durante la infancia.

Las vitaminas del Complejo B, por su lado, ayudan a mantener el equilibrio del sistema nervioso central y su déficit puede provocar falta de concentración; además, mantener niveles saludables del Complejo B protege al cerebro de sufrir demencia y reduce el riesgo de padecer Alzheimer y Parkinson.

Los otros nutrientes necesarios para un buen desarrollo cerebral y cognitivo son :

- Calcio: Aunque se lo conoce por su aporte en el desarrollo de los huesos, este mineral cumple la función de transmitir las señales entre las células del cerebro. Está presente en los lácteos y verduras (brócoli, espinaca, acelga).

- Fósforo: Contribuye al desarrollo cognitivo, ya que favorece al funcionamiento de las membranas celulares del cerebro. Su déficit produce dificultades en la concentración. Este se encuentra en huevos, quesos,    soya y almendras.

- Colina: Nutriente que interviene en el desarrollo y mantenimiento de la memoria a largo    y corto plazo.    Su déficit puede derivar en desórdenes neurológicos. Se halla en los huevos, bacalao, coliflor, espinaca, quinoa.

- Triptófano: Aminoácido que favorece la calidad del sueño, lo que ayuda a una buena función cerebral. El aguacate, plátano, papaya, mango, zanahoria, remolacha y apio son alimentos ricos en este nutriente.

La leche no solo contribuye al desarrollo neurológico y cognitivo en los niños, sino también al desarrollo muscular y óseo. Además, es una bebida versátil, muy económica, de fácil acceso.

Nutricionistas recomiendan no ofrecer a los niños colas ni refrescos embotellados y en su lugar darles jugos de frutas.

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