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¡Nadie frena el contrabando de cigarrillos de China y Corea en Ecuador!
Dos marcas que ingresan de manera ilegal dominan en el país. Se venden baratas porque al entrar de contrabando, estos cigarrillos no pagan impuestos.
El contrabando de cigarrillos golpea fuerza en Ecuador. Porque están ahí, a la vista, disponibles. Por probar otros sabores. O simplemente porque son baratos. Cualquiera que sea la excusa, lo cierto es que el tráfico de cigarrillos se está ‘fumando’ a su antojo el mercado ecuatoriano. Y a la vez, hace ‘humo’ en la evasión de impuestos, afectando al país en unos 235 millones de dólares al año; unos 1.400 millones en los últimos seis años.
Según un reciente estudio publicado por la firma de investigación y asesoría de mercado Invamer, con datos de hasta finales del año pasado, los cigarrillos provenientes de Asia copan el 82,6 % del mercado ilegal de este producto, siendo China el país con la cifra más alta (40 %). Carnival, de origen coreano (con un 30 % de participación) y Silver Elephant, de procedencia china (con el 26,2%), son las marcas dominantes en este espectro. Es decir, solo entre las dos tienen el 56,2 % del mercado total de consumidores.
Johan Moreta y Carlos Paredes son dos ‘panas’ a los que nunca les falta una cajetilla de cigarrillos en sus interminables tardes de barajas y ‘vacile’ que suelen pegarse en un sector del suburbio porteño, donde habitan. Hasta hace unos años eran ‘aniñados’ y compraban “de los buenos, pero como subieron de precio, ya no alcanza; por eso le ‘hacemos’ a esos baratos que venden por montón en las calles”, admite Johan.
“Con una ‘lata’ tenemos la cajetilla y si hay billete compramos la que vale dos (dólares)”, agrega Carlos.Sin embargo, aquellos ‘tradicionales’ como Víctor Manotoa, quien reside en el sector de Mapasingue, no cambian su “buen ‘tabaco’ por esos ‘chimbas’ que han llegado de contrabando; no se sabe la calidad ni qué contengan, pueden ser hasta más dañinos, seguramente”.
Pero para quienes tienen negocios donde se vende este producto, como el minimárket que administra Katty López en el barrio La Chala, la venta de los cigarrillos ilegales es rentable. “La gente los compra porque son más baratos. Y como los piden bastante, la ganancia es buena. Es del doble o hasta más de lo que se invierte”, admite.
. “A nosotros nos entrega el producto cada semana un chico que llega con una maleta. En el local solo se vende Carnival (a 20 centavos la unidad), Elephant (15 centavos) y Marlboro doble cápsula o de sabores (30 centavos)”, relata.Por ser más caras y por representar menos volumen de ganancia, las marcas legales casi no tienen cabida en sus estantes. Ocurre algo similar con muchas tiendas y negocios similares en todo el país.
El consumo no bajó
El asunto es que la ‘paca’ (el empaque) de cigarrillos de estas marcas ilegales, en la que vienen 10 cajetillas con 20 unidades cada una, se puede obtener en el mercado local entre los 8 y 19 dólares. En contraste, en el mercado nacional el precio promedio de una cajetilla legal es de $ 5,98, mientras que las marcas de contrabando pueden encontrarse hasta en $ 1 la cajetilla.
“Esto representaría una desventaja de más de 3 a 1 frente a la industria formal”, asegura Martín Orozco Pfeifer, gerente general de Invamer, firma responsable del estudio sobre el contrabando de cigarrillos en Ecuador.
Al hacer un análisis de la situación, precisa que el crecimiento del contrabando se dio de manera paralela al alza de impuestos para este producto (se paga 0,16 centavos por cada cigarrillo producido en Ecuador).
“El impuesto, en teoría, se dio como un plan estatal para desincentivar el consumo, para que la gente deje de fumar y ayudar (a reducir gastos) en el sistema de salud. Pero ahora con estos cigarrillos baratos quizá la gente está consumiendo más que antes y el tema de salud empeorará”.
Esto es algo en lo que coincide Glenda Ruiz, directora de Asuntos Corporativos de Itabsa, filial de Philip Morris International. Explica que la elevada tasa tributaria “bordea el 70 % del precio del producto legal, cada cajetilla genera alrededor de 5 dólares de impuestos”. Por eso, sostiene que “el consumo trasladó la demanda de lo legal a los productos de contrabando: 8 de cada 10 cigarrillos en el mercado son ilegales. Al final, la solución al tema de salud no está funcionando, no está generando ningún efecto”.
La industria formal, la que paga impuestos y cumple las normativas sanitarias, siente con fuerza el golpe dado por el contrabando. En diálogo con EXTRA, Glenda Ruiz, directora de Asuntos Corporativos de Itabsa, filial de Philip Morris International, revela que el impacto ha sido tal que ha generado cierres en la industria, una reducción masiva de empleos y menos compras a los agricultores.
Sobre la afectación económica, precisa que “al entrar de manera ilícita no pagan impuestos, lo que afecta al Estado (por pérdidas de) entre 230 y 235 millones de dólares al año. Nosotros calculamos que del 2015 al 2021 el país habría perdido unos 1.400 millones de dólares” por el no pago del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE).
Pero no solo eso. El tener el mercado lleno de cigarrillos chinos y coreanos también ha golpeado al empleo formal. “En 2014 la planta en Ecuador tenía 630 empleados. Al cerrar el 2021 ya quedaron solo 200”, revela Ruiz.Y aún hay más. La ilegalidad también perjudica a los socios agrícolas de la industria, como Itabsa y Proesa, en Ecuador, pues al caer el consumo de productos fabricados en estas plantas, también se reduce la compra de materia prima, como tabaco. Son unos 400 agricultores los afectados, asegura.
¡Solo en 2021 se decomisaron $ 24,13 millones!
Según el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), la lucha contra el contrabando de cigarrillos ha dejado capturas por 31,16 millones de dólares en los tres últimos años. En respuesta a una consulta de EXTRA, la entidad informó que en el 2019 las capturas de cigarrillos que pretendían entrar de contrabando alcanzaron los 2,05 millones de dólares. Esta cifra se duplicó a $ 4,98 en 2020 y ‘explotó’ el año pasado, cuando se realizaron capturas por un valor aproximado a $ 24,13 millones.
Esto refleja lo permeable del mercado y cómo el contrabando hace de las suyas en el país. De acuerdo con la respuesta remitida por Ana María Sosa, directora de Comunicación de la Senae, los distritos donde se incautó mayor cantidad de este producto de contrabando son Guayaquil, con $ 20,41 millones en los últimos tres años, y Tulcán, con $ 7,19 millones.