Exclusivo
Actualidad

En el Día Internacional de la Mujer se busca hacer conciencia sobre la violencia contra ellas en sus distintas formas.referencial

Mutilación genital femenina, una violencia que también llega a España

Este tipo de violencia muy común en África y oriente Medio, la afrontan también las mujeres en Europa y en España, donde, según los últimos datos disponibles, cerca de 4.000 niñas están en riesgo de sufrirla.

Cuando se habla de mutilación genital femenina se suele pensar en países africanos o de Oriente Medio, pero es una violencia que también afrontan las mujeres en Europa y en España, donde, según los últimos datos disponibles, cerca de 4.000 niñas están en riesgo de sufrirla.

Desde la Fundación Kirira, situada en España, luchan por la erradicación de la mutilación genital femenina y operan desde 2007 en varias comunidades en Kenia, donde han conseguido ayudar a más de 3.000 niñas a través de becas y ayudas académicas.

"Calificamos la mutilación genital femenina como violencia de género extrema. Por el hecho de ser mujer, ejercen una violencia desmesurada sobre las niñas", denunció a EFE la presidenta y fundadora de la Asociación Kirira, Estrella González.

Según datos de 2018 del Gobierno español, más de 3.650 niñas de entre 0 y 14 años están en riesgo de sufrir mutilación genital en España, principalmente debido a que personas migrantes perpetúan esta práctica en el país.

UNA VIOLENCIA QUE TRASPASA FRONTERA

La mutilación es una práctica cultural llevada a cabo en 30 países de África y Oriente Medio y que el Código Penal español tipificó como delito de lesiones en 2003.

Es una costumbre tan arraigada que las migrantes suelen intentar llevarla a cabo en los países a los que emigran, donde no logran ser "conscientes de las consecuencias sanitarias de la mutilación", dice González.

"Vienen a Europa con esas costumbres, traen consigo las presiones de su sociedad que les obligan a seguir manteniendo esas costumbres", estimó.

La práctica ha evolucionado con el tiempo, en la década de los 90 eran mujeres que viajaban a España las que la ejercían, "cuando en el país no se sabía prácticamente lo que era".

Más tarde, con la penalización en España, las familias empezaron a aprovechar los viajes a sus países de origen para llevar a cabo la mutilación, considerada un paso "de transición a la vida adulta".

"Ahora se está reduciendo la edad de mutilación para prepararlas para un matrimonio temprano, lo hacen en los primeros años de su vida, en los que no van al colegio y no pueden oponer resistencia", criticó la presidenta.

Pese a todo ello, recuerda también que "hay mujeres que se adaptan a Occidente y ven llegar aquí como una opción de proteger a sus hijas".

LA VIDA TRAS LA MUTILACIÓN

Asha Ismali es la directora de la Asociación Save a Girl Save a Generation y fue víctima de mutilación genital a los cinco años.

Explica a EFE que los motivos para llevar a cabo la mutilación genital femenina distan de ser religiosos y que la razón principal es la figura de poder que supone el hombre en las sociedades que la practican.

"La finalidad de la mutilación es el control de la sexualidad de la mujer en todos los aspectos, es un atentado contra la dignidad de la mujer, un tipo de violencia de género y por suerte se está tipificando como tal", opinó al respecto.

Ismali insistió en que además de ayudar a las víctimas a llevar a cabo una reconstrucción de las partes mutiladas, también hay que ofrecerles ayuda psicológica.

"Debería haber mucha más ayuda psicológica para las víctimas, hay algunos hospitales que se preocupan por este aspecto, pero hay muchos que no", declaró.

Según contó, cada vez son más frecuentes los ejemplos de reconstrucción genital en los casos de mutilación y "actualmente existen clínicas de reconstrucción gratuitas", algo positivo porque "nadie debería lucrarse de una tragedia así".

Sin embargo, Ismali advirtió de que la reconstrucción no siempre lo resuelve todo: "Hay quienes piensan que va a solucionar todos sus problemas, incluso los psicológicos y los traumas, y esto no es así".