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Así luce hoy el afluente amazónico, luego de un año del colpaso de una cascada que produjo el represamiento de sus aguas.cortesía

Un año después del desastre, el afluente del río Coca circula con normalidad

Las autoridades indican que luego del colapso de la cascada San Rafael y consecuente represamiento, en 2020, hay un constante monitoreo de la zona

Hay más tranquilidd en las autoridades competentes, frente al deslizamiento de tierra que a inicios de febrero de 2020 ocasionó el represamiento del afluente del río Coca.

Al respecto indicaron este jueves mediante un comunicado, que el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, en coordinación con el Ministerio del Ambiente y Agua (MAE), el municipio de El Chaco, Petroecuador, Oleoductos de Crudos Pesados y la Corporación Eléctrica Nacional, "monitorean y supervisan"  el deslizamiento de tierra que ocasionó el represamiento del afluente del río.

Este río se encuentra cerca del límite provincial entre Napo y Sucumbíos, en el sector de la cascada San Rafael, que colapsó el 2 de febrero del año pasado por un proceso de erosión hídrica.

"Estas actividades se realizan con equipos de alta tecnología, como el uso de drones, debido a la topografía irregular en el sector", agregó el MAE.

Asimismo, como medida de seguridad, anunciaron que el personal no pernoctará en el puesto de San Rafael; sin embargo, continuarán ejerciendo actividades de monitoreo y control del área protegida, durante el día. El personal confirmó el día de hoy, que ya no existe represamiento del afluente del río Coca.