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Un menor de edad apuñaló a una mujer por no dejarse robar el celular, en Quito
Los adolescentes inmersos en delitos se han vuelto más violentos, según la Policía. Muchos son reclutados por bandas, mientras que otros buscan ‘su espacio’ en el mundo delictivo.
Un charco de sangre en la vereda de la avenida Panamericana Norte, en Quito, queda como huella del ataque que sufrió una señora a manos de un menor de edad.
El hecho se registró la tarde del sábado 25 de marzo. La mujer esperaba el bus y escribía en su celular. De pronto, un adolescente se le acercó con un cuchillo y le pidió el aparato.
Ella se resistió. El menor intentó clavarle el cuchillo en el pecho. La mujer se esquivó, puso el brazo izquierdo y recibió una puñalada. El ‘chamo’ agresor quiso seguir atacándola, pero los testigos del hecho salieron en su defensa y lo retuvieron tras una persecución.
El esposo de la víctima colocó la denuncia en contra del menor y pidió que lo aislaran, pero la autoridad del juzgado dictaminó que este, junto a sus representantes deben pagar los gastos médicos.
Están descuidados
El mayor de Policía, Mauricio Pinto, indicó que la legislación del país ‘acolita’ a que los menores infractores no sean tratados con rigurosidad. “Pueden volverse inimputables o las sanciones en su contra son menores a las que recibe un adulto por el mismo delito”.
El oficial también aclaró que en los casos de su distrito, en los que hay adolescentes retenidos, la mayoría de estos no pertenecen a bandas criminales sino que vienen de problemáticas como “falta de educación, de oportunidades y factores familiares como el abandono o divorcio de sus padres”.
Diana Bravo está de acuerdo con Pinto. Ella es comunicadora y tiene un niño de un año y medio. Afirma que le da temor en saber cómo se criará su pequeño en “una sociedad tan dañada en la que los chicos prefieren la vida de la delincuencia como su futuro”.
Bravo añadió que lo peor de todo es que desde las autoridades y la ciudadanía se está normalizando la inacción del Gobierno en estos temas y la presencia de más menores en delitos. (ver infografía)
Un agente de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) comentó que en la actualidad los menores de edad dependiendo su condición económica, social o demográfica son presas fáciles de caer en los tentáculos de la criminalidad por dos aspectos: ser reclutados por bandas organizadas o buscar su propio trayecto delictivo.
Es decir, por un lado, las organizaciones se aprovechan de la vulnerabilidad que viven para llevarlos a sus filas, mientras que otros chicos replican lo único que han visto en su entorno social y familiar. “Lo mejor en este caso es reforzar las leyes sancionatorias y que las autoridades se enfoquen en dar educación a la juventud”.