La masacre de diez personas en El Guabo, provincia de El Oro, el pasado domingo 1 de diciembre de 2024, sigue arrojando información sensible sobre las razones que estarían detrás del trágico suceso que puso en alerta a esta región, tradicionalmente tranquila.

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En efecto, fuentes policiales han señalado como una de las principales hipótesis del ataque armado a un enfrentamiento entre bandas criminales que están disputándose esta región que resulta estratégica para las mafias, dada su cercanía con la frontera con Perú. 

Hasta el momento se sabe que la masacre ocurrió en la parroquia Barbones y que las víctimas dormían en una residencia que habían alquilado días atrás cuando llegaron los sicarios, armados de pistolas 9 milímetros y fusiles de asalto.

Las víctimas de la masacre en El Guabo estuvieron en Quito

Fuentes policiales aseguraron que los extranjeros llegaron a El Oro el jueves 28 de noviembre y que, aparentemente, fueron contratados por un grupo de delincuencia organizada. Ellos habrían arribado a Quito dos días antes.

"Hay fotografías tomadas por ellos mismos donde se observa que estuvieron en Quito. Equipos de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) y de otras unidades de investigación están trabajando en este caso. Entre las víctimas se ha identificado a un ecuatoriano, siete colombianos y a dos personas que se presume también son colombianas", detalló el oficial de la Policía.

También se supo que, al momento de la matanza, gran parte del cantón El Guabo se encontraba sin energía eléctrica, lo que dificultó el rastreo mediante cámaras de seguridad instaladas en el sector. "Estamos siguiendo una línea de tiempo para determinar dónde estuvieron y qué hicieron antes de llegar a la escena del crimen. También analizamos la ruta que utilizaron para ingresar a Ecuador", añadió el oficial.

Uno de los colombianos asesinado en El Oro tenía libertad condicional

Las víctimas fueron identificadas como el ecuatoriano Marco Isves Niemes y los colombianos Samuel Cárdenas Cortés, Alejandro Saiz Poveda, Luis Alpala Alpala, Luis Guillermo Banquet Rivero, Diego David Benavides Cifuentes, Yostin Riascos Romero, José Miguel Araujo Buila, Alexander Arroyo y Nepomuceano Ramos Madronero.

Uno de ellos, José Miguel Araujo Buila, tiene antecedentes penales en Colombia. Fue juzgado y condenado por el delito de porte de armas, según pudo constatar este Diario en fuentes oficiales. No obstante, tras una solicitud de libertad condicional elevada el 5 de junio del 2024, Araujo recibió su boleta de libertad el viernes 5 de julio.

En los registros judiciales colombianos se informa que el hoy occiso duró 39 meses y 22 días en prisión y que, tras salir de la cárcel, estaba en un periodo de prueba de 13 meses y ocho días. No obstante, fue asesinado casi cinco meses después. 

En la madrugada del incidente, la Policía fue informada por el sistema ECU-911 sobre la presencia de varios cadáveres en el sector La Victoria, en la parroquia Barbones. Al llegar al lugar, los oficiales confirmaron la muerte de cuatro hombres en la vía pública, quienes presentaban impactos de bala.

Testigos indicaron que las víctimas vivían en una casa de color naranja cercana al lugar. Al inspeccionar el domicilio, se encontraron cuatro cuerpos adicionales con características similares. Asimismo, a unos 400 metros de la vivienda, en la acera de otra casa, se halló otro cadáver con heridas de arma de fuego. La investigación continúa para esclarecer los hechos y determinar a los responsables de esta masacre.

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