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Judicial
Manabí: Plomo para padre e hijo
Ocurrió en un taller mecánico. Un militar en servicio pasivo se salvó de morir. Dos tipos fueron detenidos. Se investiga su posible participación.
Un militar en servicio pasivo, identificado como José Javier Pinargote Quiroz, sobrevivió a un violento ataque perpetrado en un taller del sector Jaramisol, del cantón Jaramijó, en Manabí.
El hombre coincidió, la tarde del miércoles 23 de junio, en el sitio donde unos sujetos llegaron para acabar con la vida de Sabino Ramón Alfonso Valdiviezo Quiroz, de 60 años, y su hijo Sabino David Valdiviezo Chuquer, de 34.
Pinargote Quiroz sufrió heridas en la pierna derecha, pero eso no le impidió caminar cerca de quince metros para embarcarse en un vehículo que lo llevó hasta el hospital de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), donde hasta ayer se recuperaba.
El jefe del distrito policial Manta, Luis Banda, detalló que los fallecidos registraban antecedentes penales por tenencia ilegal de armas. Además, señaló que aún no se podía precisar una hipótesis, porque existen diferentes líneas de investigación.
El oficial, además, corroboró que el objetivo de los asesinos eran el padre y su hijo, mientras que el militar en servicio pasivo fue una víctima colateral.
Auto blanco
Los investigadores de Delitos Contra la Vida (Dinased), en su búsqueda de indicios, descubrieron que el sistema de vigilancia de un inmueble captó el vehículo en el que se movilizaban los asesinos.
El automotor sería un Chevrolet Aveo, blanco, con vidrios aparentemente polarizados.
Los agentes investigan también si este hecho tiene relación con el asesinato de Marlon Delgado Delgado, registrado el mismo día, por la mañana, en la parroquia Colorado, de Montecristi. En ese caso, la víctima recibió dos disparos en la cabeza cuando encendía un bus de su propiedad.
Con el último caso, Manabí registra 98 muertes en 2021.
Detenidos
Una hora después del doble asesinato, la Policía detuvo a dos sospechosos que se movilizaban en una camioneta verde, de placa MBF-1501.
Ellos portaban un arma de fuego, calibre 9 milímetros, un supresor (silenciador), 23 gramos de cocaína y dos celulares.
Jaime Salazar, jefe policial de la Subzona, dijo que se investiga si están relacionados con el último hecho violento.