Un solo sueldo en casa es insuficiente para cubrir los costos de una familia. Por eso, papá y mamá tienen que trabajar.

¿Y los hijos? Por lo general su cuidado puede estar a cargo de algún familiar (abuelos, tíos, etcétera). ¿Si la mamá trabaja es un problema para que el orden y la corrección se ausenten del hogar? Para nada.

“Si ella trabaja a tiempo completo o incluso tuviera dos empleos, queda papá, quien debe asumir los temas disciplinarios, afectivos y monitoreo de los temas estudiantiles y ella debe apoyar sus decisiones”, sugiere Samuel Merlano, psicólogo clínico, orientador familiar y coach.

Cecilia Bayas Arellano, magíster en psicología clínica y directora de Bliss Centro familiar, considera que es un lío cuando el otro que queda a cargo de la revisión no toma en cuenta parámetros como el cumplimiento de horarios, hábitos, hasta omite la parte afectiva en el cuidado.

¿Culpable por ‘camellar’?

Mamá podría culparse por no estar mucho tiempo en casa por diversos motivos, dice Bayas. “De pronto porque sufrió maltratos de parte de los cuidadores. Otra razón es no tener otra opción más que trabajar por la necesidad de traer dinero a casa, circunstancia que hace que se tomen diferentes trabajos y horarios. Una tercera es haber sufrido la ausencia materna por muerte, no poder vivir la dicha de tener la compañía de sus hijos y así no provocar esa experiencia que ella tampoco tuvo”.

Según Merlano, hay madres que no paran de llamar a la casa y quienes lo harían serían las sobreprotectoras, quienes piensan que solo ellas pueden dar protección y felicidad a los hijos, mamás con inestabilidad emocional andan con mucho miedo de que algo le pase a sus hijos, son muy controladoras en todo aspecto.

Consecuencias en chicos

Si la autoridad del cuidador no es validada por los padres habrá desorden e indisciplina, los hijos comerán, dormirán y harán las tareas a cualquier hora. Asimismo, abusarían indiscriminadamente de la tecnología; se daría chance a mal comportamiento o uso de insultos, porque sus referentes son youtubers, influencers.

Incluso algunos chicos podrían escaparse de casa sin permiso al saber que mamá no está, porque por lo general ella es quien más controla; por eso es importante los límites, horarios, hábitos, pero sobre todo la comunicación, expresa Bayas.  

Gran efecto en sus hijos

Una investigación de la Escuela de Negocios de Harvard encuestó a más de 100.000 hombres y mujeres de 29 países para conocer qué pasa con los niños que crecen con mamás que trabajan. Y el estudio arrojó las siguientes conclusiones:

1. Que las niñas de adultas suelen ser más exitosas profesionalmente y suelen estar en posiciones de mayor responsabilidad.

2. De adultos, los niños se involucran más en el cuidado y tareas del hogar. Además, tienen concepciones más igualitarias sobre los roles de género y tienden a elegir parejas que también trabajan.

3. Las mamás se convierten en importantes referentes y modelos a seguir. A las niñas les enseña que es posible manejar la maternidad y el trabajo. A los niños les demuestra la importancia del trabajo compartido. 

EXTRATIPS

1. Lo peor es que papá le reclame a ella que no pasa en casa. Eso solo causa marcas en los hijos, ya que presencian peleas constantes. Esto causaría inestabilidad en la relación entre convivientes y no le ‘eches el muerto’ a mamá, porque la crianza de los hijos es de los dos y la relación de pareja, también.

2. La ausencia es por mejorar la economía familiar. Que papá lo recuerde y que le explique y haga entender eso a su descendencia, en esta conversación también debe estar mamá.

3. Si tu niño abraza más a su cuidador no te molestes. Solo medita qué está pasando, a lo mejor tú (mamá), por tanto trabajo llegas molesta, explotas con cualquier cosa o no eres muy cariñosa.

4. Si pasas mucho tiempo afuera, haz videollamadas. Eso alegra a los hijos, contáctate y llama a casa, sin caer en el extremo control. Cuando hablen recuérdales las obligaciones que ellos tienen en casa y escuela, y que deben cumplirlas. Y apenas llegue pasa tiempo de calidad con tus hijos.

5. Que la pareja siempre llegue a acuerdos. Así se evitan relajos y entre los dos se apoyan en la crianza y otros temas del hogar.