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a conductora indígena Mery Yujra, componente de la Central de Mujeres Productivas y Emprendedoras, conduce un minibús el 29 de septiembre de 2021, en El Alto (Bolivia).EFE

La línea Lila, el transporte de mujeres que desafía al machismo en Bolivia

Un grupo de mujeres bolivianas decidió crear la "línea Lila" de transporte público en la ciudad de El Alto, la segunda más poblada del país, con el propósito de brindar un servicio seguro y confiable, especialmente para otras mujeres, niños y personas de la tercera edad.

La Central de Mujeres Productivas y Emprendedoras de El Alto (Cemupe) es la organización que está impulsando la línea Lila que reúne a más de 45 mujeres conductoras que ya cuentan con experiencia en el volante y está formando a otras que tienen el interés de ser parte de esta iniciativa, contó a Efe la ejecutiva de Cemupe, Julia Quispe.

Las mujeres conducen desde taxis hasta minibuses de manera "independiente" para que el volante se convierta en una oportunidad para madres solteras, emprendedoras, comerciantes, desempleadas entre otras, y así generar una fuente económica que ayude a sus familias que también han sido afectadas por la crisis derivada por la pandemia de la covid-19, indicó Quispe.

Esta línea será inaugurada en octubre y por ahora trabajarán como taxistas, ya que a pesar de tener la predisposición de integrarse a algún sindicato de transporte en esa urbe, "no han tenido una buena respuesta" porque aún "existe un poco de machismo", señaló la ejecutiva.

"Todas las mujeres tenemos derecho a poder trabajar, tenemos los mismos derechos y esperemos que no haya problemas o complicaciones, nosotros no somo competencia para ellos, al contrario nosotras somos una ayuda que podemos dar a la sociedad", comentó Quispe.

Aún así, nada detiene al grupo de mujeres que por ahora utilizan unos pañuelos lilas en el cuello para que puedan ser identificadas como parte de este proyecto.

Soledad Sánchez, una de las conductoras que lleva manejando su taxi hace más de seis años, comentó a Efe que se escogió el color lila por el vínculo que tiene con las campañas de la "no violencia a la mujer" y que es el mensaje que quieren fomentar, además de "brindar confianza y seguridad" a otras mujeres.

SEGURIDAD

Sánchez acotó que el transporte público se ha convertido en los últimos años en un lugar inseguro para las personas, especialmente para las mujeres ya que suceden atracos, robos, feminicidios hasta violaciones, por lo que con la "línea Lila" quieren romper con estas situaciones y dar seguridad a sus pasajeros.

Es por ello que su servicio priorizará a las usuarias, a los niños y a las personas de la tercera edad, aunque también transportarán a familias enteras para que lleguen a su destino con tranquilidad, comentó Quispe.

"Queremos que las personas que se suban a la línea Lila con mujeres al volante puedan ver el transporte de manera diferente y brindar amabilidad, confianza, seguridad y que se sientan satisfechas (con el servicio)", sostuvo Sánchez.

La seguridad es una de las prioridades que quiere brindar este servicio tanto a los pasajeros como también a las propias conductoras, es así que trabajan para contar con cámaras dentro de los vehículos y que cuenten con un GPS, explicó Sánchez.

Además trabajan en el buen trato a los pasajeros para que el transporte sea una buena experiencia.

DESAFIO AL MACHISMO

Varias de las mujeres ya tienen experiencia en el servicio de transporte público, es el caso por ejemplo de Mery Yujra que ha conducido desde camiones hasta pequeños vehículos por al menos una década para llevar el sustento a su casa.

Yujra comentó a Efe que hace unos años atrás se notaba más el rechazo de los choferes a que una mujer esté en el volante y que en varias ocasiones los conductores le cerraban el paso o le insultaban, pero que ella sólo ignoraba esos comentarios y seguía su camino.

"Hay algunos que insultan, son discriminadores algunos, no todos son así", enfatizó Yujra.

De la misma forma indicó que hay otros conductores que le felicitan por su labor y que ahora el hecho de unirse entre mujeres le da más fuerza y confianza de realizar su trabajo.

Del mismo modo Sánchez manifestó que en los seis años que lleva conduciendo en varias ocasiones le gritaron que su lugar era en la cocina y no en un auto, pero que fueron esos comentarios que le impulsaron a seguir y a mantenerse firme detrás del volante.

Sánchez subrayó que ahora hay más mujeres conductoras y que ese hecho ayuda a más chicas a "empoderarse" y manejar "sin miedo".

"Esta organización está dando una oportunidad, el apoyo y la colaboración para que nosotras como mujeres salgamos adelante y dejemos atrás el machismo", enfatizó Sánchez.

En Bolivia existen otros transportes de mujeres en ciudades como La Paz y Cochabamba como una respuesta para dar mayor confianza a las pasajeras.