Las fotos en las que están José Luis Cachiguango y su esposa María, de 31 años, en redes sociales los muestran como una pareja feliz. Pero en realidad eso no fue así, según la mujer, acusada de apuñalar en el corazón a su marido en una casa de El Inca, en el norte de la capital.

¿Qué detonó que actuara de esa manera? La mujer lo contó todo en la audiencia de flagrancia que se realizó tras la muerte. Y ante esto, dos especialistas analizaron el caso ocurrido el 19 de marzo.

María declaró que el hombre supuestamente la maltrataba y también a los hijos de ambos durante los nueve años que vivieron juntos. “Siempre cogía el cuchillo para amenazarme”, aseguró.

Eso, al parecer, sucedió nuevamente la noche del 19 de marzo, cuando José Luis llegó borracho a casa. Él habría tomado un arma blanca y persiguió a María. Desesperada, ella llamó al ECU-911, pero no pudo hablar por la agresión.

Sus hijos quisieron ayudarla y también fueron golpeados, acotó. Para defenderse, “le quité el cuchillo y se me fue (lo mató)”, indicó. Fue ahí que María se contactó de nuevo con el número de emergencias y habló de la muerte.

Desde la psicología

Franklin Tinajero, psicólogo forense, dijo que cuando hay una historia de maltrato, esta generará síntomas de indefensión, depresivos y otros que irán minando la salud mental de la persona que recibe estas agresiones.

Mucho más si es a través del tiempo. “Pese a que esto hubiera ocurrido constantemente, algo debió hacer el señor (José Luis) como para que la señora (María) actuara a fin de salvaguardar su vida”.

Según Tinajero, la mujer siempre fue una víctima por la vulnerabilidad en la que vivía. Por eso, sería muy importante analizar qué otro tipo de maltratos recibió, a más del físico. “Esto pudo generar en la persona un estrés que le empujó a buscar un mecanismo que la ayudara a salir de la situación”. 

Desde lo jurídico

La jueza que conoció la causa decidió seguir el proceso como un asesinato y no por homicidio. Argumentó que la acción no podría definirse como una legítima defensa.

Silvia Buendía, abogada y defensora de los derechos de las mujeres, analizó el caso y dijo que la jueza tuvo un criterio antijurídico. Esto porque, según la jurisconsulta, en el caso de María no hubo dolo, es decir, no hubo intencionalidad.

“La jueza no analizó la diferencia entre asesinato y homicidio. Y aquí no se cumplen los preceptos para que se siga el proceso por el primer delito”.

Buendía explicó que María no planificó la muerte, sino que simplemente se defendió, como lo indicó el psicólogo Franklin Tinajero. Agregó que cuando hay decisiones jurídicas de este tipo, se pone en indefensión a mujeres como María, que toda su vida fueron víctimas de violencia.

“En lo único que no se equivocó la jueza fue en la medida que impuso a la chica”, precisó Buendía. María fue puesta en libertad tras la audiencia, pero deberá presentarse dos días por semana en la Fiscalía.

Ante la decisión, la familia de José Luis aseguró que no seguirá algún proceso porque lo que quieren es el bienestar de los niños. “Ya no tienen a su padre y el único cuidado que tienen será el de su mamá”, apostilló una pariente.