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La gente teme hablar sobre la violencia que se está tomando Lago Agrio.Gustavo Guamán

Lago Agrio se transformó en un paraíso de sangre

Un ‘guerro’ fue asesinado hace un mes y desde entonces se amenazó con una supuesta ‘limpieza social’ en la provincia de Sucumbíos

El orgullo de la gente de Lago Agrio por ser parte de un Pueblo Mágico, como calificó el Ministerio de Turismo a este lugar, se transformó en miedo. Lo que debía ser un paraíso, en realidad se ha convertido en un infierno por culpa de la violencia que se ha enraizado al poco tiempo de que un guerrillero fuera asesinado en territorio ecuatoriano.

Con su muerte han resurgido en Sucumbíos los nombres de antiguos y nuevos grupos armados que se mueven en esta zona fronteriza.

Eso ha causado que las personas no vivan en armonía con el sonido de cascadas o de ríos. Su convivencia es ahora con los disparos y los sicarios que los visitan cada cierto tiempo y que, hasta el momento, han cobrado la vida de 16 personas solo en lo que va de este año.

Por eso, la Policía ubica a Sucumbíos como la tercera provincia con más muertes violentas del país, solo por debajo del Distrito Metropolitano de Guayaquil y Los Ríos.

Lo que más alarma a los habitantes es que los asesinatos estilo sicariato se están concentrando en la zona urbana. Un ejemplo de ello fueron los ocho crímenes ocurridos en cinco puntos del cantón Lago Agrio hace una semana: tres ataques, donde hubo seis muertos, fueron dentro de la ciudad. Los otros dos sucedieron en las zonas rurales de General Farfán, en la frontera con Colombia, y en El Eno, en la vía a El Coca, Orellana.

Según William Barba, exgobernador de Sucumbíos, abogado y analista en seguridad, lo que ocurre en este territorio amazónico ha mutado con el paso de los años. “Los males que hubo en la provincia siempre estuvieron ligados a temas como el Plan Colombia, el narcotráfico, el contrabando. Estamos hablando que ocurría hasta cerca del 2008”.

Fue en ese entonces que en Lago Agrio se ‘implementó’ un sistema selectivo de asesinatos bajo la modalidad del sicariato. Pero – a decir de Barba– había una particularidad: los índices de robos a personas y otros delitos afines eran bajos.

Ahora el escenario es más angustiante porque los sicariatos (que han regresado con fuerza) y los atracos están yendo de la mano. “Hay diversos factores para que esto haya sucedido. Uno de estos fue la llegada de la pandemia. Todos los esfuerzos se enfocaron en combatir al virus. Eso ocasionó que se descuidaran otras áreas como la seguridad ciudadana”.

"En esta zona hay ahora la influencia de mafias brasileñas que están teniendo contacto con grupos colombianos”.Mario Pazmiño
exjefe de inteligencia del Ejército

Lo que nunca se reveló

La matanza de hace una semana dejó ocho víctimas.Gustavo Guamán

No solo este factor –como lo detalla Barba– sería el causante del incremento de la violencia en este paraíso amazónico. Un residente, quien prefirió no decir su nombre ni su profesión por temor a represalias, dice que la ‘limpieza social’, como se ha calificado a las matanzas de este año, inició con el asesinato de un ‘guerro’, el 20 de diciembre del año pasado.

Se trata del colombiano Juan Fernando López Blanco, alias Sospechoso o Sospe, baleado por seis sujetos fuertemente armados, en la parroquia General Farfán, Sucumbíos. Esa fecha, tras el ataque, la policía ecuatoriana levantó el cadáver del extranjero en una casa de salud de Lago Agrio.

Pero las autoridades nunca revelaron datos de este hecho. Tampoco de una conexión entre todos los crímenes ocurridos hasta el momento. La excusa ha sido que los casos se encuentran en investigación, pero sin resultados a la vista.

A eso se suma que no se sabe desde cuándo este sujeto estuvo en territorio ecuatoriano. Es probable que López Blanco haya salido de Colombia luego de que fuera ubicado en la lista de los más buscados de ese país. Se le atribuían los delitos de concierto para delinquir, narcotráfico, tráfico y porte de armas.

Diseño de Julio Montero

Según la fuente consultada por EXTRA, el Sospe fue un jefe financiero de un grupo armado del Departamento Putumayo. Por eso, en la información que la Policía de esa zona difundió se lo ligaba con líderes del denominado Frente Carolina Ramírez de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el cual no se acogió a la desmovilización y proceso de paz en 2016.

Los medios locales del Putumayo mencionan que ese Frente forma parte de un grupo más grande de guerrilleros, dirigido por alias Gentil Duarte (líder de las FARC y también uno de los más buscados). Ellos tienen una disputa con otro grupo que se autodenomina Comandos de la Frontera por el control del narcotráfico en Putumayo, lo que ha generado una ola de violencia sin precedentes que también contamina a Ecuador, cuenta un periodista de ese sitio a este medio.

"Los esfuerzos por la seguridad deben venir desde el Estado, las fuerzas del orden y de la ciudadanía”.William Barba
exgobernador de Sucumbíos

El terror resurge

En esta imagen se aprecia a un hombre portando un fusil. Lo captó una cámara durante un crimen en Jambelí.Captura de video.

Para los residentes de Lago Agrio es muy comprometedor hablar sobre la delincuencia en su ciudad, ya que nuevamente están resonando nombres de grupos guerrilleros que no tendrían ningún temor de cruzar a nuestro lado para matarlos.

“Es un pueblo inseguro. Roban por todo lado y si uno no se deja, lo matan”, afirma Luis, quien camina por el parque central de Nueva Loja, un espacio cuyos monumentos son una oda a la variedad turística de este paraíso amazónico empañado por la violencia.

El habitante incluso ha escuchado comentarios de que hay gente que se ofrece a matar a otras personas por un determinado precio. “Parece que en esta ciudad no hubiera autoridades”, asegura.

A los crímenes ocurridos durante este año se sumó el secuestro de una persona en Jambelí, Sucumbíos. Sin embargo, hasta ahora no se han dado detalles si fue rescatada o también la mataron.

Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia del Ejército y analista en seguridad, detalla que aquellos grupos armados colombianos que amenazan a la provincia -y al país- ahora están haciendo pactos con mafias brasileñas.

“Y su influencia estaría ingresando por Lago Agrio. Posiblemente eso ha causado un incremento en las muertes”, afirma Pazmiño. Pero también –dice– se debe entender que esta provincia es un sitio de paso, no solo de la droga, sino también de armamento que va hacia Colombia.

Y lo más probable es que esas armas de características militares sean usadas para las matanzas. La gente que atestiguó algunos crímenes dice que vio que los asesinos cargaban fusiles para acabar con las víctimas que dieron su último respiro en este Pueblo Mágico

Este fue el último hecho violento registrado en Lago Agrio.Cortesía