Cosas raras. Sistemas fáciles de vulnerar, carros que un día están y al otro ‘desaparecen’ del registro. ‘Ojos secos’ por todos lados. Las irregularidades en los trámites llevados a cabo por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) enlodan su imagen y salpican a los usuarios, complicando su movilización y dejando entrever la falta de atención.

Aunque la mayoría no denuncia, ya que lo ven como innecesario, Adrián, nombre protegido, sí se atrevió, ya que considera un “atropello” lo que le sucedió.

(Te invitamos a leer: Mujer relata cómo perdió 50 mil dólares por una estafa en Guayaquil: "Todo por una amiga")

Adrián es el propietario de un auto de marca Chevrolet del año 2013. En el pasado mes de febrero vendió su automotor a un conocido a un precio justo. La totalidad de la deuda fue cancelada y el cambio de propietario estuvo listo para realizarse.

Para esto, Adrián contrató a un abogado que realizara el papeleo; sin embargo, al consultar en la oficina de la institución de tránsito de Guayaquil (ciudad en la que este fue registrado), él ya no constaba como el dueño del bien, ni tampoco la persona a la que este había sido vendido. El auto aparecía a nombre de un tercero, completamente desconocido, y que había logrado hacer el traspaso en la Dirección de Tránsito de Naranjal.

Rápidamente, el abogado se trasladó hasta el cantón guayasense en la mañana del 2 de junio, junto con un equipo periodístico de EXTRA, y ese mismo día logró, supuestamente, solucionar el problema.

Ellos no pusieron ninguna objeción; es más, admitieron la veracidad de la irregularidad, ya que “la base de datos de la ANT es vulnerable y fácilmente la hackean”, según refirió Fernando Proaño, encargado de la Dirección de Tránsito de Naranjal.

“No puedo creer que algo así suceda, es que no es posible que la institución que rige tránsito en todo el país pueda ser tan negligente”, cuestionó Adrián, quien dijo haberse preocupado, ya que en algún momento podía haber sido detenido en algún operativo de rutina, ya que el carro que estaba seguro era de él desde febrero de 2024 ya no lo era. “¡Qué vergüenza la que me podían hacer pasar!”.

(Esto también te podría interesar: Por una venganza: se revelan detalles de la masacre ocurrida en el centro de Guayaquil)

El trámite fue más que sencillo. Lo solucionó en menos de 30 minutos y el funcionario que lo atendió le explicó que igual a su caso reciben al menos uno cada semana. “Él dijo que por ‘cosas chuecas’ en la base de datos llegan usuarios todos los días, pero que ellos ya han reportado a la ANT y que de igual manera sucede. Otro detalle que dio fue que no había manera de controlarlo (desde la Dirección) porque ciertos usuarios de personas que ya no trabajan allí siguen activos y se usan para hacer estos cambios fraudulentos”, aseguró.

El 26 de junio pasado, Diario EXTRA intentó contactarse con la Agencia Nacional de Tránsito para una entrevista con el funcionario encargado del departamento de sistemas informáticos y lo que prometió el área de comunicación de la ANT fue solo responder un cuestionario de preguntas, ya que el administrativo podría tener tiempo “en la siguiente semana”.

Este Diario envió el cuestionario, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta, a pesar de la insistencia por obtenerla. A esta misma institución se le solicitó cifras de quejas de usuarios o irregularidades que ellos encuentran y, de la misma manera, no hubo contestación.

Y aunque el problema de Adrián parecía haber sido solucionado, después de un mes de su visita junto con el equipo periodístico a la Dirección, otra novedad le fue notificada: el carro ya no aparecía en el sistema. Es decir, el vehículo no existía en ninguna base de datos.

El abogado Julio César Cueva, jurista penal, detalló a EXTRA que esta, efectivamente, es una negligencia de la ANT, pero que la Dirección de Tránsito de Naranjal también podría ser considerada en esta acción. “Ellos pueden escudarse en que no tienen responsabilidad porque ellos tal vez digan que han avisado, pero el procedimiento correspondiente es denunciarlo en la Fiscalía, ya que debe ser investigado. De esa manera ellos demostrarían que no tienen responsabilidad”, comenta.

El jurista dice que Adrián podría hasta solicitar un recurso de habeas data correctivo, que se conforma en una acción jurisdiccional propia del derecho, normalmente constitucional, que confirma el derecho de cualquier persona física o jurídica para solicitar y obtener la información existente sobre su persona, y de solicitar su eliminación o corrección si fuera falsa o estuviera desactualizada.

Por otro lado, el fiscal multicompetente César Peña declaró a este Diario que este proceso está “completamente corrupto” y que los casos de irregularidades en GAD pequeños (Naranjal, Milagro, Palestina, Jujan) datan de hace varios años.

“Fui parte de la Unidad para Descubrir Autores, Cómplices y Encubridores (DACE), y a nosotros nos llegaban muchos de esos casos. En un mes se recibían mínimo unos 14 de esos y se seguía contando. La excusa que ellos dan es que usuarios antiguos entran al sistema, pero no es así. Lo que hacen es encubrir un carro robado”.

Un examen especial realizado por la Contraloría General del Estado comprueba lo que menciona el fiscal Peña. El documento público, cuyo período de observación fue del 1 de enero de 2019 al 30 de junio de 2023, expresa que en 2021 se adquirió por 937.917,37 dólares el servicio de nube (espacio de almacenamiento virtual) para el AXIS 4.0 (Sistema Único Integrado de Tránsito); sin embargo, hasta el 30 de junio de 2023 esto no se usó.

Más adelante se revelan otros detalles, como que 43 usuarios activos de base de datos no contaban con documentación que avale y sustente su creación. 

La Dirección de Tránsito de Naranjal funciona al pie de una vía apartada y solitaria (vía a La Delicia) por la que solo transitan lugareños que se dirigen a sus hogares y estudiantes de la Universidad Agraria del Ecuador, ya que a unos kilómetros funciona una sede de prácticas de dicho centro universitario.

El sector, a decir de moradores, es peligroso en cuanto a robos. Sin embargo, también resulta ser peligroso porque la institución de tránsito es “controlada por mafias” que están pendientes de quién se acerca hasta las instalaciones, que es una edificación de una planta y cubierta por un gran techado. Una construcción similar a un galpón.

La persona que reveló esta información a EXTRA incluso advirtió no preguntar nada en los alrededores de la Dirección, ya que “siempre hay ‘orejones’ (refiriéndose a personas que escuchan todo) que pueden estar oyendo” y que podían atentar contra la vida del equipo de este Diario.

“Tengan cuidado. Esto es peligroso porque de todo se enteran y si eso pasa, puede que ni lleguen a cruzar el puente (sobre un estero cercano) porque aquí mismo los balean”, advirtió.

En una visita horas después del primer acercamiento, en cambio, un hombre se encontraba sentado en el techo de la edificación como si vigilara a todas las personas que se acercan hasta el predio. El sujeto no hacía nada, solo estaba con su celular desde la comodidad de una silla plástica.

¿Quieres leer más contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!