El Parque Ecológico de Solanda, en el sur de Quito, se ha convertido en un símbolo de unión comunitaria. En este lugar, los residentes han construido una cancha de ecuavóley que no solo ofrece una actividad recreativa saludable, sino que también ayuda a mantener a raya la delincuencia y el consumo de drogas y alcohol. Sin embargo, un incidente reciente ha puesto en peligro este espacio tan valorado por la vecindad.

El miércoles 7 de agosto de 2024, un camión municipal llegó al parque con la intención de retirar el marcador de la cancha de ecuavóley. El ingreso del pesado automotor dañó parte del cemento en los alrededores de la cancha y, luego, los trabajadores removieron el marcador y el espacio destinado al juez o árbitro. Este acto ha causado un profundo malestar entre los habitantes, jugadores y comerciantes de la zona.

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Édgar Fernando Urbano, quien vive cerca del parque, expresó su descontento con la medida tomada.

“Aquí la gente que juega es gente sana. El deporte es salud para todos, y todos los moradores de Solanda deberían apoyar el mantenimiento de esta cancha. Es injusto que hayan quitado el marcador, ya que es esencial para el desarrollo del juego. Además, en lugar de retirar lo que se ha logrado con esfuerzo, el Municipio debería apoyar la creación de más canchas y mejorar el área de esparcimiento”, comentó.

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Según él, la eliminación del marcador no solo afecta a los jugadores, sino también a los espectadores y a la economía local, ya que la cancha es un punto de encuentro gratuito y esencial para la comunidad.

Teresa Vaca, una residente que frecuenta el parque, también se mostró preocupada. “Yo vengo aquí todos los días para disfrutar del vóley. Como soy de la tercera edad, las sillas y el marcador eran importantes para mí. Me siento en una silla y me distraigo con el juego, es como una terapia. No estoy de acuerdo con que hayan quitado las sillas ni el marcador, ya que esto me ayudaba a seguir viniendo y a entretenerme”, dijo la mujer. 

Ella también destacó que el espacio es fundamental para la diversión de los niños y la socialización de las personas mayores.

Karen Fraga, una reconocida jugadora de ecuavóley, lamentó profundamente la decisión del Municipio. “El marcador y el reglamento eran parte del esfuerzo colectivo para mejorar nuestra cancha. La eliminación de estos elementos no solo perjudica a los jugadores, sino también a los espectadores. Esta cancha ha sido un lugar importante para nuestra comunidad y es injusto que, después de todo el esfuerzo invertido, se nos prive de estas mejoras. La cancha es beneficiosa para todos, incluidos los comerciantes, que dependen de la afluencia de personas”, señaló.

Ella sugirió que, en lugar de retirar lo logrado, las autoridades deberían apoyar más al deporte y a los residentes.

Martha Tipán, una comerciante local, también expresó su preocupación. “Yo vendo caramelos y cigarrillos aquí para ganarme la vida. Mi compañera, que coloca las sillas, a veces gana solo 10 centavos al día. Este lugar es crucial para nuestro sustento, y la eliminación del marcador ha afectado nuestro trabajo. Tengo una hija enferma (le detectaron leucemia hace pocos meses) y dependo de lo que gano aquí para cuidar de ella. Le pido al señor alcalde que devuelva el marcador, ya que no podemos permitirnos perder este espacio que es vital para nuestra economía diaria”, imploró.

El conflicto en el Parque Ecológico de Solanda refleja una lucha comunitaria por mantener un espacio de esparcimiento considerado por los lugareños como esencial. La cancha de ecuavóley no solo es un lugar de recreación saludable, sino que también es una fuente de ingreso para los comerciantes locales y un punto de encuentro para la comunidad.

La petición de los residentes es clara: que se restituyan los elementos retirados y que se continúe apoyando el uso y la mejora de este espacio. La respuesta de las autoridades será clave para determinar el futuro de este querido parque y para asegurar que siga siendo un lugar seguro y accesible para todos.

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