Kenny Neycer Mora Aguayo había terminado su jornada laboral como guardia de seguridad en una empresa y caminaba hacia la parada de un bus que lo llevaría a su hogar en la cooperativa Mariuxi Febres-Cordero, en el Guasmo Sur de Guayaquil, cuando fue interceptado por sujetos a bordo de una tricimoto, quienes le dispararon en repetidas ocasiones.

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Este violento ataque ocurrió la mañana de ayer en la entrada a Trinipierto, en el sur de la ciudad. Mora, quien había cumplido 24 años el 24 de agosto pasado, no tenía antecedentes penales y había comenzado a trabajar como celador apenas tres meses antes.

Tras el ataque, su cadáver quedó boca arriba, tendido entre la vereda y la vía donde esperaba el micro que lo llevaría a su domicilio. Aún vestía el uniforme de trabajo cuando fue baleado.

Después de que la policía realizó las pericias correspondientes, el cadáver fue trasladado en un vehículo de Medicina Legal al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil. Tras conocer la tragedia, sus familiares llegaron al instituto forense para realizar los trámites necesarios y retirar los restos de su ser querido.

Los familiares de Kenny, visiblemente consternados, lloraban su pérdida afuera de la morgue. Su madre, devastada por el dolor, recibía el consuelo de sus seres queridos.

“Mi sobrino era un joven trabajador, no tenía problemas con nadie. Hace tres meses ingresó a trabajar en una empresa como custodio. Desconocemos los motivos de su asesinato. Quizás fue por robo, ya que nunca nos mencionó haber recibido amenazas. Lamentablemente Guayaquil se ha vuelto una ciudad muy violenta, insegura”, declaró una allegada.

Kenny era el segundo de cinco hermanos y padre de una niña de apenas siete meses. Sus restos serán velados en el sur porteño.

El lugar donde ocurrió este lamentable hecho de sangre forma parte del distrito Esteros, que desde el 1 de enero hasta el cierre de esta edición contabilizaba 151 asesinatos. 

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