El hallazgo de cinco sacos con restos humanos mutilados en el plan habitacional Socio Vivienda 1, en el distrito Nueva Prosperina, representa una brutal advertencia de los grupos de delincuencia organizada (GDO) dirigida a sus rivales, a la ciudadanía y al Gobierno Nacional. Así lo advierten los expertos en seguridad Mario Pazmiño y Kléber Carrión a Diario EXTRA.

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"Casas de pique" en Guayaquil

Para Pazmiño, este hallazgo evidencia la instauración de las llamadas "Casas de Pique" en la ciudad, lugares donde las bandas criminales torturan y desmiembran a sus víctimas. "Llevan a sus enemigos para descuartizarlos, tomar su corazón y desaparecerlos, o en algunos casos, para ofrecerlos en rituales a la Santa Muerte", señaló.

El mensaje que busca transmitir esta violencia extrema, según Pazmiño, es claro: sembrar el miedo en la población para evitar denuncias, desafiar al Gobierno demostrando control sobre ciertos territorios y advertir a otras bandas sobre las consecuencias de invadir su espacio. "Se trata de una forma de marcar territorio dentro de estos microestados delictivos", explicó.

Un patrón de violencia en la región

El aumento de la brutalidad en los crímenes en Ecuador sigue patrones similares a los de otros países dominados por el narcotráfico y el crimen organizado. "Esto es un reflejo de lo que pasó en Colombia y lo que se vive actualmente en México, cuando las organizaciones criminales consolidan su presencia y control territorial", advirtió Pazmiño.

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Por su parte, Kléber Carrión destacó que la ferocidad con la que actúan los GDO busca infundir terror entre sus rivales. "Se trata de demostrar que pueden llegar al máximo nivel de crueldad para imponer su supremacía en el mundo delictivo", indicó.

Además, subrayó que estos actos también evidencian la falta de control del Estado frente al crimen organizado. "Las bandas compiten por demostrar quién es capaz de romper más códigos éticos y morales. Un claro ejemplo de esto fueron las matanzas en las cárceles, donde incluso se llegó a jugar fútbol con una cabeza humana", recordó.

Urgen reformas legales

Pazmiño y Carrión coinciden en que las penas por estos delitos deben endurecerse, lo que requiere reformas en la Constitución y el Código Orgánico Integral Penal (COIP).

"Actualmente, el COIP es demasiado blando para castigar estos crímenes, pero para endurecer las penas es necesario modificar la Constitución", afirmó Pazmiño.

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Carrión, por su parte, criticó la estructura legal vigente. "La Constitución de 2008 es hiper garantista con los delincuentes, y en 2014 el COIP materializó esa visión. Hoy, si una persona comete varios delitos, solo se le sanciona por el más grave, lo que favorece la impunidad", sostuvo.

Además, señaló que la política de Ciudadanía Universal permitió la llegada de delincuentes extranjeros que aprovecharon las débiles regulaciones migratorias para continuar con sus actividades ilícitas en Ecuador.

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