En el tercer asalto contra su tienda en menos de un año, el hombre salió lastimado. Los delincuentes lo hirieron de bala y tuvo que ser trasladado hacia una casa de salud. Un caso que atemoriza también a sus vecinos.

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El acto criminal y desalmado ocurrió aproximadamente a las 20:10 del domingo 14 de enero del 2024, en la cooperativa Carlos Magno, en el sector de la Juan Montalvo, noroeste de Guayaquil. El tendero quedó con una herida en el pecho y otra en una mano. Pero, favorablemente, horas después se encontraba estable, de acuerdo con información policial.

Cuatro sujetos a bordo de dos motocicletas fueron quienes cometieron el robo. Se investiga si podrían ser los mismos que participaron en los atracos pasados.

El domingo, en el último asalto, los criminales se sustrajeron una caja metálica, en la cual se almacenaba el dinero de las ventas del local, según informó el subteniente José Sarango, jefe policial del subcircuito Juan Montalvo.

“Anteriormente, el señor ya ha sido víctima de robo y asimismo de extorsión. Se está realizando patrullajes, pausas activas y se le ha activado el botón de pánico. El eje investigativo está realizando las pericias necesarias para localizar a estos individuos”, indicó.

No precisó cuál era la cantidad de plata que le estaban exigiendo al comerciante. Se presume que los robos podrían ser en represalia porque no habría querido pagar ese dinero.

Respecto a qué acciones se ejecutarán para evitar que ocurra un cuarto delito contra el perjudicado, Sarango refirió que “se están realizando patrullajes preventivos”. También mencionó que a los ciudadanos se les ha indicado que deben comunicar cuando sufren una extorsión, a fin de que las unidades investigativas indaguen e identifiquen a los implicados.

Este lunes 15 de enero del 2024, hasta las 09:00, la tienda estaba cerrada. Y había presencia policial en el sitio.

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La dueña de una farmacia, ubicada en ese mismo sector del noroeste de la ciudad, comentó que los propietarios de otros negocios también han sido extorsionados. En su caso, ella aún no ha recibido este tipo de advertencia, pero para evitar ser víctima del mismo delito ha optado por atender menos tiempo.

“Yo antes atendía de 08:00 a 22:00, porque hay gente que bien en la noche necesita medicina. Pero ahora solo abro de 09:30 o 10:00 hasta las 17:00”, contó. Por eso se quedó más preocupada con lo de su vecino.

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