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Los ladrones suelen mezclarse entre los pasajeros para subir a los buses y más adelante robar.EXTRA

Guayaquil: Transportistas reclaman más seguridad por constantes asaltos a buses

Cámaras tienen mala calidad de imagen y los pillos les tienen ‘puesto el ojo’ a los botones de auxilio, dicen los choferes, que no denuncian por miedo a represalias

Los conductores de los buses del Sistema Integrado de Transporte Urbano (SITU) de Guayaquil optan por evitar los paraderos en las áreas peligrosas, conscientes de que no recibirán ayuda si son atacados por delincuentes. Además, no denuncian los incidentes porque temen represalias, como amenazas y atentados, según señalan.

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Critican las medidas de seguridad promovidas por la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), calificándolas de “engaño”, ya que no contribuyen a prevenir los robos en sus unidades.

Los transportistas se refieren a las cámaras de seguridad, dispositivos de localización y sobre todo los botones de auxilio, que consideran “están de adorno y consumiendo energía de por gusto” en sus buses, expresó un conductor de la línea 94, que hace ruta desde el Batallón del Suburbio (suroeste de la ciudad) y cruza sectores como Urdesa, Garzota, Brisas del Norte y culmina en Guayacanes (norte).

En cada una de las 191 paradas a lo largo del recorrido, los choferes se ponen ‘once’ para fijarse en las fachas de quienes les piden que se detengan, porque si los ven con pinta de ‘joyitas’ se van de largo, aunque haya otros pasajeros que quieran subir o bajar de sus unidades.

“Si veo gente con traza de ladrón no paro. A los pasajeros los dejo una calle más adelante aunque se quejen, porque es mejor que caminen una cuadra más a que les pongan un cuchillo en el cuello o una pistola en la cabeza”, explicó un chofer, que habló con la condición de anonimato y sin que se le haga registro fotográfico a él ni a su unidad de transporte.

Este argumento se repite también en los conductores de las líneas 7 y 63, quienes ya conocen cuáles son los lugares donde suelen subirse y bajarse los pillos.

“Si veo a gente con traza de ladrón no le paro, a los pasajeros los dejo una cuadra más adelante aunque se quejen”.Conductor de bus urbano

En el caso de la línea 7, esta inicia su recorrido en las calles Guapachala y Luis Alberto Carbo, en el suburbio, al suroeste de la urbe, llega hasta el centro (avenida Menéndez Gilbert), retorna por Antepara y sigue por 6 de Marzo ‘largo’ de regreso al suburbio.

En su ruta de 116 paradas deben pasar por dos puntos críticos, aseveró el conductor de uno de los buses de esta cooperativa. Uno está apenas a 15 cuadras de la estación, cuando toman la calle 36. “Ahí se sube un grupo (de ladrones) revuelto entre los demás pasajeros”, manifestó el transportista. Siete paradas más adelante, cuando llegan a la calle Portete, es que se sube el otro grupo de malandros y comienza el ‘choreo’.

“Uno (de los asaltantes) se viene hasta donde el conductor y le dice: ‘Tú sigue, que contigo no es nada’, mientras otros dos o hasta cuatro están por atrás (robando)”, relató el chofer al recordar un robo que sufrió hace pocos meses, sin detallar hace cuánto tiempo, por temor a que por ese dato lo ubiquen.

En la línea 63 la historia se repite. El grupo de delincuentes se completa en una segunda parada, ‘enchuzan’ o ‘encañonan’ al chofer mientras los otros desvalijan a los pasajeros. Además, uno de ellos se encarga de ‘pelar’ al conductor cuando ya se van a bajar, resumió José Zambrano, chofer de esta ruta.

¿Cuál es el problema con los botones de auxilio?

Un bus toma el carril más lejano a un paradero en zona roja, para evitar que pillos se suban a robar.EXTRA

Acerca de los botones de auxilio, cuando son accionados, estos generan una alerta con la ubicación en tiempo real del bus a Segura EP, para que notifique a la Policía Nacional y esta pueda alcanzar la unidad y ayudar en la emergencia.

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Sin embargo, los transportistas cuestionan que el botón “está ubicado en un lugar en el que si el delincuente ve que lo vas a aplastar, no te lo permite porque ya te tiene amenazado”, señaló Zambrano.

Pero lo que más les molesta es que al parecer no están operativos, porque cada vez que algún conductor ha sido víctima de un asalto y lo ha presionado, los policías no han llegado; o aparecen luego de muchos minutos o hasta horas, lamentan.

Cámaras no dan imágenes de buena calidad

Las paradas de la Perimetral son las que más asaltos reportan. Nada pueden hacer los conductores para evitarlo.EXTRA

Sobre las cámaras de seguridad que coloca la ATM en las unidades de transporte urbano de Guayaquil, dicen que no cubren todos los puntos de vista al interior de los buses y que su calidad de imagen es mala. “Por eso optamos por instalar nuestros propios sistemas de vigilancia, que son más actualizados y efectivos”, dijo el propietario de un bus de la línea 89, que tiene su estación en la ciudadela Sauces 4 y recorre el norte y centro porteño.

Además, si ocurre un robo y quieren las grabaciones, tienen que hacer un trámite largo, engorroso, al punto de que recibir los videos puede tardar un mes o más, según Zambrano. Este es un motivo por el que los conductores no denuncian, reveló un trabajador de la línea 7.

¿ Por qué los transportistas no denuncias los asaltos?

Los operadores y los dueños de los buses prefieren ‘quedarse fríos’ luego de los robos, porque si llegan a denunciar o publicar alguna información (fotos o videos de los asaltos), sufren atentados contra sus vidas o las unidades.

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“Los ladrones también tienen celular, ven que algo sale y van a buscar al conductor. Hay compañeros que han tenido que dejar de trabajar porque los estaban buscando por eso mismo (denunciar). A uno lo apuñalaron en la espalda y otro colega recibió un tiro en la cara con una pistola traumática”, contó un conductor de una línea de transporte que circula desde La Aurora, en el cantón Daule, hasta el centro de Guayaquil.

Videovigilancia. Los dueños de los buses prefieren instalar sus propios sistemas de seguridad. Los de la ATM no funcionan bien, aseguran.

En el caso de los dirigentes de la línea 89, estos fueron tajantes cuando se les consultó al respecto de la seguridad en sus rutas. “Para salvaguardar la integridad de los conductores y empleados, no se van a dar declaraciones al respecto”, fue la respuesta que recibió EXTRA cuando consultó sobre las dificultades para laborar.

Sobre las ‘vacunas’ (extorsiones), todos los conductores negaron tener conocimiento al respecto, aunque algunos dijeron que ese es un asunto que “lo manejan los dirigentes de las cooperativas a la interna”.

Este Diario solicitó a la ATM una entrevista con la autoridad competente en el tema de la seguridad en el SITU el pasado jueves 27 de junio, para conocer la operatividad y alcance de las estrategias implementadas en los buses, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

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