Como un presagio de que sería su último día de vida, Ketzia, de 7 años, escribió con un marcador azul, en la pared frontal de su domicilio, junto a la puerta, su nombre, el de su mamá y el de su mejor amiga. Seis horas después, en este mismo lugar, recibió uno de los impactos de proyectil disparados por sujetos que llegaron a bordo de una tricimoto.

Te invitamos a leer: Guayaquil: organizaciones criminales tienen sus propios cementerios para enterrar a sus víctimas

El hecho que apagó la sonrisa de la niña que anhelaba convertirse en profesora o en doctora se registró a las 20:00 del domingo 6 de julio, en la manzana 1127 del bloque 9 de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil. En este suceso otras cuatro personas resultaron heridas de balas, dos de ellas se encuentran con pronóstico reservado en una casa de salud de la ciudad.

Con tristeza, Marjorie, tía de la menor de edad, relató que varios integrantes de su familia y vecinos conversaban afuera de su vivienda cuando aparecieron los criminales y dispararon, sin importar que había niños.

“Mi sobrinita estaba adentro, pero como su mamá conversaba afuera salió a pedirle una moneda porque quería comprar un dulce en la tienda, se regresó porque estaba cerrada y fue en ese momento en que pasaron los asesinos, quienes sin bajarse de la tricimoto dispararon”, relató la señora, mientras su mirada triste se clavaba en la pared de la casa donde Ketzia dejó firmado su nombre.

Marjorie también reveló que el cónyuge de su sobrina y padre de la niña tiene dos años detenido en una de las cárceles de Guayaquil, donde paga una condena por expendio de droga. “No sabemos la motivación de este hecho. Solo que mi sobrina está muerta, no sabemos a quién estaba direccionado, en ese momento había más de 10 personas afuera conversando”, comentó.

Otro allegado contó que la menor de edad, quien cursaba el tercer año de educación básica en una escuela cercana a su domicilio, era la mayor de dos hermanitos y que el pasado 5 de julio cumplió 7 años.

“Ese día estaba feliz, sonriente como era su característica. El viernes último hizo sus tareas, le encantaba ir a la escuela, era muy amiguera y soñadora”, manifestó.

La muerte de Ketzia aumentó a 189 el número de menores de edad asesinados en Ecuador en 2023. Veintiséis de las víctimas tenían menos de 12 años.

De acuerdo a información policial, este hecho violento tendría relación con la lucha por territorio para el expendio de droga en el sector.

Dos de las cuatro víctimas que se encuentran en estado crítico son mujeres y tienen 21 y 32 años. El ataque estaba dirigido a una de ellas, cuyo hermano fue asesinado el 1 de abril pasado y sería quien expendía ‘merca’ en la zona.

“Al morir esta joven quedó a cargo del ‘negocio’ y por eso la querían matar. Ella tiene dos balazos y está con pronóstico reservado”, señaló el investigador.

Los restos de Ketzia son velados en la vivienda de una planta donde residía junto a su madre, su hermanito de un año y sus abuelos maternos.

La violencia criminal en Ecuador se duplicó con relación al 2022. Según datos de la Policía, del 1 de enero al 31 de julio en el país se registraron 4.291 asesinatos, el año pasado en la misma fecha ocurrieron 2.418.

A más de la Zona 8, las provincias con mayor número de crímenes son Los Ríos (490), Guayas (485), Manabí (480, El Oro (341), Esmeraldas (277), El Distrito Metropolitano de Quito (DMQ con 158) y Santa Elena (125).

Las provincias con reducción de asesinatos son Carchi, Napo, Tungurahua.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete aquí!