La agonía de la venezolana Dayanna Herrera Costero, abuela de la niña de 3 años, asesinada a golpes el pasado 8 de julio, en el sur de Guayaquil, parece no tener fin.

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Hace 9 días llegó a Ecuador, procedente de Colombia, para retirar el cadáver de su nieta, y todavía no puede regresar al país donde ha residido desde hace 3 años, porque recién ayer obtuvo el documento legal que le permite sacar del Laboratorio de Criminalística el cuerpo de la pequeña Victoria.

Al desconsuelo por el asesinato de su princesa, como le decía, a la tercera de sus nietos, se suma conocer que la presunta responsable de su muerte es su hija -madre de la niña-, quien fue detenida la tarde del martes.

La captura de la venezolana Enyimar Machado, de 19 años, ocurrió horas después de que en la Unidad Penal Valdivia, se realizara la audiencia de formulación de cargos en su contra y que el juez a cargo de la diligencia determinara su presunta participación en el asesinato de su hija.

Sobre Yeremi Javier Díaz Sánchez, padrastro de Catirita, como le decían cariñosamente los vecinos a la niña, por el color rubio de su cabello, también pesa una boleta de detención.

De acuerdo a la versión de la madre de Victoria, él la llevó al baño de la casa donde alquilaban, en la cooperativa Assad Bucaram y allí la golpeó hasta matarla. Sin embargo, las contradicciones en su versión y los testimonios de vecinos la hacen sospechosa en la muerte de su hija.

Santiago Sánchez, abogado de la abuela de la menor, explicó que el fiscal Alexis Zúñiga presentó varios elementos de convicción que sirvieron para que el juez ordenara la detención de la madre de Victoria. “Está la denuncia de la abuela, quien los acusa de secuestro, ya que ella tenía la patria potestad de la criatura. También el informe de la Policía, el acta de defunción, testimonios. Audios que son esenciales y que podrían determinar la responsabilidad del padrastro y de la madre. La instrucción fiscal durará 90 días”, explicó el defensor.

La autopsia determinó que la causa de la muerte de Catirita fue un enema y hemorragia cerebral, traumatismo craneoencefálico y politraumatismo. “Era víctima de maltrato infantil”, indica el documento al que este Diario tuvo acceso. Su cuerpo será velado por unas horas en Guayaquil y luego cremado. Las cenizas, trasladadas a Colombia. (AEB)

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